El MAS debe seguir unido

En los últimos días, los seguidores masistas afines a Evo Morales han afirmado que ha sido un error poner a Luis Arce en la presidencia. Esta declaración es sumamente fuerte y es el golpe final que muestra la total ruptura del MAS. Ya es más que evidente que el MAS está dividido y en los próximos meses esta división se hará oficial, dando lugar al nacimiento de una nueva fuerza política. Esto es lo peor que podía pasar para Bolivia y puede ser algo que marque la política nacional en la próxima década. Desde el año 2005, que el MAS no ha tenido ningún rival en las elecciones, no por nada sus triunfos han sido demoledores; de manera paralela, los triunfos del MAS han ido de la mano con el declive de los partidos políticos.
Hoy, los partidos políticos ya no tienen una ideología propia, no cuentan con militancia, ni con organización interna, en pocas palabras, no cuentan con “alma”. En los años 50, nuestro país experimentó la mejor oferta política de su historia, FSB y MNR (junto a los partidos socialistas) eran partidos que tenían una ideología muy bien construida y en sus filas había patriotas de verdad. La lucha de estos dos, contó con grandes figuras políticas y sobre todo fue un duelo de ideologías. Cada partido sacrificó todo lo que tenía por dar y sus integrantes realmente creían en las directrices de sus partidos.
Casi 70 años después, en la política lo que más escasea es la ideología. Tan fuerte es esta decadencia de las ideologías políticas que las luchas electorales se traducen en el MAS contra el AntiMAS. Personas de izquierda radical como de derecha radical pueden votar por la misma opción política con tal de que no gane el MAS, como viceversa. No hay ni izquierda ni derecha hoy, solo hay MAS contra AntiMAS. La riqueza en política es el hecho de tener una ideología, de tener una visión del país, eso logra que la gente tenga mejores ofertas electorales.
Bolivia necesita con urgencia que aparezca un partido con auténtica ideología, no opciones solo hechas para destronar al masismo. Una ideología que logre tanto atraer a gente antimasista como masista a sus filas y que esta gente crea en los ideales del partido. Esta es la única forma de que realmente el MAS y la oposición pasen a mejor vida, ya que ante un verdadero partido político organizado no tendrán chance. Es hora de que en Bolivia se construya una alternativa que haga a todos sentirse orgullosos de ser bolivianos, de recibir a cada boliviano sin importar de donde provenga. Es momento de romper la idea de las dos Bolivias, de la lucha Oriente-Occidente, de que esta nación no está destinada a la grandeza. Es hora de que aparezca un partido que deje atrás toda la división y genere unidad nacional, cree un modelo económico sostenible en el tiempo donde Estado y empresa privada nacional trabajen de la mano.
Con la división del MAS, solo estaríamos dando nacimiento a un nuevo partido que no tenga ideología y solo genere más declive político. De igual forma, si se divide el MAS, esto de nada sirve, si no hay realmente otra fuerza política que aproveche esto. La división del MAS será positiva y letal el día que aparezca un partido que aproveche dicha situación. El día que haya una verdadera oferta política que sí logre que esa división pase a ser una desaparición. No sirve que un “enemigo caiga” si no hay quien pueda “rematarlo”. En otras palabras, si el líder pierde puntos, de nada sirve si no tiene alguien que le “respire en la espalda” y saque provecho de esto, llegando incluso a desplazarlo a un segundo lugar.
El MAS debe seguir unido y lo mejor que puede pasar es que el “decadente” Evo logre quede como único jefe del MAS (algo que explicaré más a fondo en otro momento). Esperemos el MAS siga unido, pues la oportunidad de división de este partido es muy buena para ser desaprovechada. En política se debe sacar ventaja de cada situación, en caso contrario, las consecuencias pueden ser letales.