Cada cierto tiempo, delegaciones de pueblos del interior llegan a la ciudad de La Paz, pidiendo que tanto el gobierno central como gobernaciones y alcaldías den mayor atención a necesidades que deberían ser atendidas con premura. Son pueblos abandonados que requieren atención, por ejemplo, con dotación de centros de salud de aceptable condición.
Sin embargo, enfermos graves si no son trasladados a una ciudad cercana no pueden recibir atención médica y, si necesitan ser intervenidos quirúrgicamente, incluso allí son rechazados por falta de camas, instrumentos, medicamentos o especialistas. El Tesoro Nacional tiene la misión de establecer presupuestos para la construcción de hospitales y su equipamiento, pero la realidad es que en muchas regiones se carece de centros de salud dotados con todo lo necesario para brindar atención óptima a los pacientes, particularmente a los de escasos recursos.
En general, son los medios de comunicación los que informan sobre la atención sanitaria dentro del territorio nacional. Por ello no faltan las protestas de pueblos que carecen de hospitales, hasta los de menor nivel, por lo que los enfermos tienen que darse modos para trasladarse a los nosocomios de ciudades cercanas, los cuales quedan congestionados y no pueden brindar la atención que se espera, en varios casos, por falta de infraestructura y escasez de medicamentos, equipos médicos y personal profesional.
Al respecto, recordamos que con cada cambio de gobierno aparecen las autoridades del sector salud para anunciar la construcción de hospitales de todos los niveles en las regiones del país, pero conforme pasa el tiempo esas promesas no se cumplen, salvo pocas excepciones, por lo que la situación desesperante continúa, en perjuicio de poblaciones distantes de las principales ciudades.
También en regiones alejadas, incluso en zonas periféricas de las urbes, se observa muchas necesidades en materia de educación. Solo al empezar la gestión escolar, las autoridades locales o nacionales se esmeran por mejorar el estado de escuelas y colegios, con la dotación o reparación de muebles, colocado de ventanas, etc. Pero luego los deterioros que se presentan muchas veces tienen que ser atendidos con aportes de padres de familia, por falta de evaluación, cada cierto tiempo, de las autoridades del sector, para que los estudiantes reciban instrucción en adecuadas condiciones.
Finalmente, con la llegada del Covid-19, se ha intensificado el uso de computadoras para el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes de diferentes ciclos, lo que ha implicado el uso de Internet. Sin embargo, hasta ahora muchos estudiantes de regiones alejadas tienen dificultades para acceder a este servicio, tanto por problemas de conexión como por su costo, oneroso para la economía popular.
Como estas demandas para tener mejor atención en salud y educación, quedan muchas otras por las que delegaciones del interior frecuentemente arriban a la sede de gobierno. Esta insatisfacción popular, finalmente, deja ver que el centralismo, tan criticado por varios sectores sociales, debería ser debatido con urgencia, a fin de que cada población reciba la atención que merece por las autoridades del lugar y con apoyo del gobierno nacional.