País desunido pese a tener recursos para progresar

A nuestro país, con una población diversa, pero con objetivos comunes, se lo siente desunido y sin un rumbo por el que todos luchen para alcanzar el desarrollo. En las últimas décadas, factores de diversa índole le impiden mejorar sus condiciones de vida, a pesar de que cuenta con enormes recursos naturales para progresar y atraer inversiones nacionales y foráneas.
Lo cierto es que por muchas razones deberíamos unirnos, con idénticas formas de amar y sentir a la Patria que, siendo pobre y subdesarrollada, demanda esfuerzo mancomunado desde ahora para enfrentar con éxito todos sus problemas que la mantienen en situación de atraso en comparación con países vecinos. Finalmente, Bolivia, con mucha riqueza natural, necesita perfeccionar condiciones humanas, financieras y tecnológicas para entrar en los caminos que conducen al desarrollo sostenible que no puede quedar en más espera. La tecnología es un factor que coadyuvará a solucionar lo que hoy parece imposible, pero con voluntad de todos no hay obstáculo que no se pueda superar. Tomando en cuenta esas tres condiciones, será posible que las puertas del desarrollo se abran totalmente.
Sin embargo, lo que actualmente se observa es división, no solo entre partidarios del gobierno actual y los sectores de oposición que cuestionan muchas decisiones gubernamentales porque consideran que su finalidad no es el beneficio general sino de los adherentes del oficialismo. La discordia se manifiesta hasta en el masismo, pues cada vez con mayor frecuencia surgen acusaciones entre los llamados “arcistas” y los “evistas”. Tales enfrentamientos se agravan porque, al parecer, ambos sectores oficialistas han decidido comenzar sus campañas con vistas a las próximas elecciones generales.
Mientras en ese ámbito político proliferan y se intensifican las pugnas, quedan pendientes muchos otros problemas de mayor gravedad, como la delicada situación económica del país, una de cuyas señales visibles es la escasez de dólares, a pesar de los anuncios gubernamentales en sentido de que es una situación que tiende a ser resuelta. Sin embargo, por la falta de dólares, muchas empresas no pueden realizar sus actividades con normalidad y continúa una especie de racionamiento ante la demanda de cantidades mayores de la moneda estadounidense.
Entre otros problemas de gran preocupación está el desempleo, ya que la cantidad de empleados formales cada vez se reduce más, engrosando, por el contrario, el número de personas que se dedican a actividades informales y hasta ilegales, por la angustia de encontrar medios de subsistencia. No obstante que las autoridades recurren a cifras estadísticas para convencer a la población de que se reduce la cantidad de gente sin ocupación, la realidad es muy diferente.
Como los mencionados, quedan muchos otros asuntos que no son atendidos satisfactoriamente por las autoridades nacionales, lo que provoca malestar social, pues mientras algunos reciben grandes sueldos por parte del Estado, la mayoría debe luchar intensamente para conseguir ocupación y recursos económicos para mantener a sus familias.