lunes, septiembre 2, 2024
InicioSeccionesOpiniónCiento noventa y ocho años de independencia

Ciento noventa y ocho años de independencia

Este 6 de agosto vamos a conmemorar los 198 años de la creación de la República de Bolívar, luego Bolivia, después de una larga lucha de tres lustros contra las fuerzas de la corona española, que a diferencia de otros virreinatos, capitanías, etc., hicieron dura resistencia, pues en estas tierras, estaban las riquezas mineralógicas que habían alimentado el tesoro real de España.
Fue el mariscal Sucre que convocó a los representantes de las provincias altoperuanas, a reunirse primero en Oruro y luego en La Plata (hoy Sucre), para definir el futuro de estas tierras. En La Plata los delegados consideraron 3 opciones, ser parte del Perú, de la Argentina o ser independientes, es decir, ser una república soberana e independiente. La Asamblea bautizó a la nueva República con el nombre de Bolívar y a su capital con el de Sucre, provisionalmente determinó que el gobierno resida en Charcas. Nombró a Bolívar como primer presidente que ejerció esa función por pocos meses, dejando la presidencia al Mariscal Antonio José de Sucre.
La nueva República comenzó su vida azarosa, con escaso recursos económicos, pues la lucha independentista había agotado el tesoro y los últimos virreyes españoles dieron fin a lo poco que quedaba. Además, la inestabilidad de los gobiernos comenzó con el atentado al Mariscal Sucre y su renuncia. Fue el gobierno del Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana que, en una década, organizó la República y la convirtió en una potencia regional. A su caída del poder, merced a la intervención de Chile y sus enemigos internos en Bolivia y Perú, la inestabilidad y lucha denodada por el poder político en el Siglo XIX, nos llevó a perder inmensos territorios y el Litoral sobre el océano Pacífico.
El Siglo XX nos encontró con el triunfo de los federalistas en la guerra federal entre el norte y el sur, estableciéndose el gobierno en la ciudad de la Paz, que por su situación geoestratégica, había sido asiento del gobierno, además de ser una región rica y la más poblada. En sus calles se desarrolló buena parte de la lucha por el poder, como los tres días de combates armados el 9, l0 y 11 de abril de 1952, en los que el pueblo en armas derrotó al viejo ejército conservador y tomó el poder para transformar el país con las medidas de la Revolución Nacional.
Luego del largo ciclo de gobiernos militares iniciados en noviembre de 1964, se retornó a la vida democrática en octubre de 1982, estabilizándose el régimen democrático por algo más de dos décadas. Desde 2006 nos gobierna un régimen de gobierno de corte populista, que fue derrocado por una insurrección popular en noviembre de 2019, y retornó al poder en 2020. Hoy vivimos una crisis institucional del Estado, con algunas variables en rojo.
Nuestra Patria ha sido bendecida con importantes recursos naturales renovables y no renovables, de tal suerte que hemos vivido y vivimos de ellos, primero fue el oro y la plata, luego el estaño, el gas y ahora nos queda el litio, es decir que vivimos de la extracción de recursos primarios y con esos ingresos importamos casi todo lo que consumimos. Tardíamente se pretende ejecutar una política de industrialización, cuando vivimos la era postindustrial y es la competitividad en precios y calidad la que rige el mercado internacional.
En estas últimas décadas los bolivianos hemos perdido los valores cívicos, que nos había dado el nacionalismo boliviano, pues estamos influenciados políticamente por corrientes extranjeras autoritarias de corte populista de izquierda, de tal suerte que nuestra sociedad está dividida entre indígenas y mestizos (que son la mayoría de la población), entre cambas y collas, entre populistas y demócratas, izquierdistas (de postura) y anti comunistas etc., hemos llegado a tal grado que los presidentes del Estado del régimen populista de izquierda, no se consideraron ni se consideran presidentes de todos los bolivianos, como debería ser, sino de sus seguidores. Y es que el presidente declaró recientemente que había derrotado a la derecha cruceña (?) y la Ministra de la Presidencia dijo que el enemigo estaba fuera del partido de gobierno, es decir que el que no es oficialista debe ser destruido como enemigo.
Los bolivianos y en especial los patriotas que cada vez son menos, debemos reflexionar sobre el futuro de nuestro país, que es el futuro de las nuevas generaciones e inspirándonos en las luchas independentistas, de defensa de nuestro territorio, de las luchas de reivindicación social de nuestro rico pasado, retomar la construcción del Estado Nación boliviano. Donde el sentimiento de pertenencia de ser bolivianos, esté antes que indígenas o no indígenas, bolivianos antes que derechistas o izquierdistas, que encontremos lo que nos une, desechando lo que nos separa, lo que no importa que renunciemos a nuestras convicciones ideológicas, pero que aportemos a la unidad y no a la dispersión y el enfrentamiento.

El autor es Abogado, Politólogo, escritor y docente universitario.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES