El país celebra su aniversario patrio y seguro habrá cientos de discursos alusivos a la fecha; pero la gente ya no quiere escuchar tantas palabras, quiere obras, hechos. La realidad es que surgen testimonios de personas que hoy no saben de dónde obtener sustento económico para sus familias, en un año 2023 catastrófico a nivel económico.
Cuando camino por las calles, veo a tantas señoras del campo asentadas en las aceras, pidiendo limosna, las que con su mirada triste me conmueven y me pregunto si ustedes, autoridades, que están leyendo esta nota, alguna vez se han tomado la molestia de caminar por afuera de sus oficinas. En alguna oportunidad, a una ex presidenta del Concejo Municipal en Cochabamba, en diálogo cortés, le dije que el trabajo público debería ser 50% de escritorio y 50% trabajo de campo, para que entiendan mejor los problemas de los ciudadanos.
Soy de la generación que quiere un cambio en nuestro país. Nací en los años 70 y he vivido de niña la época de la dictadura de García Meza, cuando había zozobra, porque la gente tenía que andar con el testamento bajo el brazo. Y es que personas eran apresadas si no comulgaban con las ideas de ese gobierno dictatorial de los años 80. Luego vino el gobierno de la UPD, cuando la gente hacía filas para comprar unos cuantos panes y el dinero se pagaba por montones, por causa de la devaluación. Con Víctor Paz Estenssoro vino la estabilización en el país, luego Goni Sánchez de Lozada y otros presidentes trataron de sacar al país adelante; no obstante, sin grandes progresos.
Los hijos de los padres y madres de mi generación se encuentran desalentados y quieren irse del país, ¿saben por qué? Pues, porque los gobernantes no están haciendo las cosas bien. Qué ejemplos han sembrado en estos últimos años: corrupción en entidades públicas, gastando dinero de impuestos de los contribuyentes en cosas inútiles, o corrompiendo.
Al presidente Luis Arce le voy a decir qué necesita Bolivia para que la gente sea feliz de verdad y para que nuestro país deje de ser el siempre explotado por las transnacionales, que lo único que hacen es llevarse nuestras riquezas, como oro, plata, otros minerales y nuestros preciados, engañándonos como a tontos para beneficiar a pocos. Necesitamos:
Un sistema de salud fortalecido, que priorice una mejor calidad de vida de niños, jóvenes y personas de la tercera edad, dando atención oportuna, cálida y amable a los pacientes, además de contar con infraestructura y equipos de última generación.
Una educación más vivencial, que despierte la conciencia de los estudiantes, por ser agentes proactivos por su comunidad y para que desarrollen mejor sus habilidades sociales, de inteligencia emocional y prevención ante el acecho de los depredadores del mundo exterior y de las redes sociales.
Más calidad en construcción de caminos, locales escolares, puentes, edificios de entidades públicas, porque se están derrumbando por haberse utilizado materiales que no corresponden a estándares y normas de ingeniería civil. Se caen tinglados sobre las cabezas de los estudiantes.
Bajar el gasto público del Estado al 50%, considerando que hay miles de funcionarios que no hacen un verdadero trabajo, sólo saben cobrar su sueldo a fin de mes. Esos empleados que se vayan a sus casas y se jubilen y den espacio a otros jóvenes profesionales que harían las cosas de manera más eficiente.
Combatir eficazmente a la delincuencia y dotar de mayor seguridad ciudadana porque la gente ya no goza de salir tranquilamente a la calle. Ahora hasta adolescentes que son llevados y recogidos por sus padres del colegio y hasta de la universidad, por estar los progenitores con el Jesús en la boca, por si les pasa algo. Eso ha ocasionado el fenómeno de la sobreprotección a las nuevas generaciones, que son llamadas de “cristal”, porque no están creciendo sin mecanismos de alerta y hasta ni los nombres de las calles saben.
Reducir la absurda y tediosa burocracia de las entidades públicas, porque lo único que ocasionan es que los usuarios se aburras y se cansen de tanto esperar por la finalización de sus trámites de urgencia. Se debe acortar los procesos morosos y estar a la vanguardia utilizando la inteligencia artificial para ser más productivos laboralmente.
Generar más empleos para las personas que no saben qué hacer para generar ingresos. Se debe dar oportunidad a miles de profesionales que se titulan de las universidades e institutos técnicos, en busca de mejorar sus condiciones de vida. No elegir más a dedazo a gente para que trabaje en las entidades públicas, porque no se está respetando la institucionalidad.
Feliz 6 de agosto le decimos al presidente Arce y termino recordando este célebre mensaje: “El modo de gobernar bien es emplear a los hombres honrados, aunque sean enemigos” (Simón Bolívar, Libertador de Bolivia, Colombia, Perú y Venezuela).
La autora es Comunicadora Social.