Se persiste en sostener que el país ha logrado su desarrollo por propia decisión, con apoyo de bienes financieros y tecnología. Sin embargo, la realidad es que todo el proceso de mejoramiento se debe a que el ser humano supo utilizar todos los medios a su alcance para conseguir logros que no hubieran sido posibles sin su capacidad para decidir, y dirigir. En otros términos, el progreso se debe a la voluntad, capacidad y decisión del ser humano, es decir que es evidente que todo fue posible porque se utilizó ciencia, recursos económicos y medios tecnológicos para conseguir desarrollo.
Pero lo que ocurre hoy, es que no se hace lo que se debería hacer, por desidia, indiferencia, dejadez y porque no se ha sabido aplicar virtudes en el diario vivir. No se ha tenido coraje ni voluntad para enfrentar problemas y se ha pensado que solamente una parte del gobierno o de la sociedad podrían dar soluciones, cuando es misión de todos encarar las realidades que están sujetas a nuestra propia existencia. Lo cierto es que la dejadez y la inutilidad de muchos que podrían dar de sí mismos le restan posibilidades a todo al país. No obstante, está en las manos de todos los bolivianos cumplir con el país y con nosotros mismos.
Dejamos todo lo que se debe hacer para que el gobierno u otros lo realicen, rehuyendo nuestras responsabilidades, cuando lo que corresponde es que todos, gobernantes y gobernados, debemos contribuir al progreso armónico de nuestro país.
Al respecto de ejemplos de voluntad humana para lograr superación, recordemos que después de cada guerra mundial quedaron devastadas naciones que debieron empezar con mínimas condiciones el camino hacia su recuperación. Con el paso de los años y esfuerzo intenso de esos pueblos afectados por la guerra, hoy son prósperos y algunos se han convertido en potencias, brindando apoyo a países menos desarrollados.
Esos episodios históricos, entre otros, demuestran la importancia de la voluntad y unidad para salir de trances muy difíciles, haciendo enormes sacrificios, pero obrando en conjunto por el bien general. Es en esos momentos que son relegadas las diferencias de toda índole porque la consigna es mejorar las condiciones de vida de las poblaciones.
Por ello en los países de nuestra región también es muy importante que los gobernantes de turno dejen de lado intereses políticos perentorios y que solo favorecen a sectores oficialistas, para asumir políticas que verdaderamente contribuyan a solucionar problemas económicos, sociales, etc. Ciertamente, eso es lo que demandan constantemente las poblaciones que carecen de obras que podrían mejorar su existencia o facilitar sus actividades de subsistencia.