Cualquier persona que tenga interés en la política, debe conocer la famosa obra “El príncipe” de Nicolás Maquiavelo; pese a ser calificado este autor por muchos como inmoral y sanguinario, se debe reconocer que muchas de sus posturas son de gran utilidad en la política. La manera de gobernar que sugiere Maquiavelo para mí es válida si se tiene un objetivo que beneficie a toda una nación. Una de las tantas enseñanzas que deja Maquiavelo es la de que “es mejor ser temido, que amado”. Esto básicamente sugiere que alguien que es temido por su pueblo logra gobernar de manera más fácil; pese a que yo creo que un gobernante siempre debe contar con gran apoyo por parte de la nación, esto no significa que la fórmula de Maquiavelo no funcione.
El mejor ejemplo para demostrar esto es viendo la política global. Por ejemplo, Pinochet nunca tuvo el respaldo popular de la dinastía Frei en Chile. Empero es evidente que fue el “general” quien tuvo administración más beneficiosa para su país; creo que el mejor caso para ilustrar esto, es viendo en la política estadounidense. Haremos la comparativas entre dos presidentes bastantes icónicos, uno de ellos es recordado por ser “uno de los mejores” y por su trágico asesinato, mientras que otro es recordado por ser el único presidente en renunciar; hablamos claro de John F. Kennedy y Richard Nixon. Cuando se hace la pregunta de quién ha sido el mejor presidente de la historia de Estados Unidos, muchos sin dudarlo piensan en JFK; mientras que en el caso de Nixon es todo lo contrario, pero yéndonos a los hechos, se puede apreciar que Nixon tuvo una gestión mucho más exitosa que la de JFK.
Kennedy asumió como presidente el año 1961 y su gestión se caracterizó por las fuertes tensiones con la URSS. Fue durante la gestión Kennedy que Estados Unidos se vio fuertemente debilitada en la política internacional. JFK tuvo una gran cantidad de fiascos que le costaron caro a Estados Unidos y a todo el “bloque occidental”; fue en su gestión que se produjo la fallida invasión a la bahía de Cochinos. El fiasco que represento “Cochinos” para Estados Unidos fue muy fuerte y causó que el poder de Fidel Castro se vea reforzado. De igual forma, fue durante la gestión de JFK que se produjo la construcción del muro de Berlín que causó gran dolor a la nación alemana; pero sin duda, el fiasco más grande cometido por la administración Kennedy fue la crisis de los misiles de 1962 que casi causa una guerra nuclear. Por otra parte, Nixon corrigió muchos de los errores cometidos por sus predecesores en términos de política global. Fue Nixon (con apoyo de Kissinger) quien sostuvo una estrategia “memorable” para detener al comunismo globalmente; es con Nixon que se lleva a cabo el “macabro” Plan Cóndor y el derrocamiento de múltiples gobiernos comunistas. Esta estrategia se hizo clara con la CIA y con apoyo de los anticomunistas de los respectivos países. Por ejemplo, se logró derrocar a Salvador Allende en Chile y en nuestro país al gobierno del general Juan José Torres. Es cierto que el plan cóndor y los golpes de Estados financiados por Nixon trajeron graves violaciones a los derechos humanos, empero sin esta clase de operativos el comunismo habría triunfado en gran parte del mundo. Fue gracias a las acciones tomadas por Nixon que el comunismo fue derrotado en Latinoamérica y eso, en otras palabras, significa librarse de la miseria, el caos y la desgracia. De igual forma, Nixon logró acercamientos diplomáticos con China (sellando el destino de la URSS) y combatió de manera notable la crisis económica global de 1973. Sobre esta última, las medidas tomadas por Nixon fueron drásticas, pero necesarias para detener la crisis. Desgraciadamente, cuando se habla de Nixon solo se recuerda el bochorno de Watergate, pero no se tiene en cuenta que sus políticas fueron fundamentales para vencer al comunismo. Esto demuestra que a veces es mejor el temido que el amado.