La vitivinicultura boliviana nuevamente pone en alto el nombre del país, al conseguir dos medallas de oro para sus vinos Esther Ortiz y TRI Blanco, de Campos de Solana.
Recientemente se celebró la 30° versión del Concurso Mundial de Brusellas (Concours mondial de Bruxelles) en Croacia, donde se presentaron 7.500 vinos para ser evaluados por un panel de expertos enólogos internacionales. Las dos etiquetas bolivianas destacaron ampliamente en la categoría de vinos blancos y tintos.
“Nuevamente nos sentimos orgullos que nuestros vinos brillen afuera del país. Esto es resultado de un trabajo apasionado por la innovación en la producción de vinos. Desde Campos de Solana estamos constantemente exponiendo el valor del vino de altura, con identidad boliviana, al resto del mundo. En esta oportunidad catadores de renombre han otorgado la insignia más importante a nuestras etiquetas”, dice Mauricio Kolle, Brand Manager de Campos de Solana.
Esther Ortiz es un vino de Gran Reserva, con una crianza de 24 meses en barricas de roble francés nuevas. Está elaborado en un 100% con uvas de la variedad Petit Verdot, que es una cepa de difícil cultivo en los viñedos sudamericanos, pero que, en la Finca Esther Ortiz, de la bodega, encuentra el suelo y clima adecuados para dar los vinos más excelsos. Este vino ya ha conseguido una medalla de oro en el Concurso Mundial de Bruselas, en 2017, además de otros eventos importantes como Viniales Internationales (2019) y Catad’or Wine Award (2017).
TRI Blanco exhibe su hermoso tono dorado con un gusto rico, cremoso y complejo. Su aroma destaca con notas de piña, chirimoya, albaricoque, melocotón y vainilla. Este TRIvarietal está compuesto por las cepas Riesling, Viognier y Sauvignon Blanc; el resultado es un vino blanco único también galardonado anteriormente en Bacchus con medalla de oro y en Wine Enthusiast con una calificación 89 puntos.
“Somos una bodega joven que en dos décadas de existencia nos hemos consolidado como la más premiada de Bolivia, con reconocimientos en certámenes internacionales como Decanter World Wine Awards y con altas calificaciones de expertos Masters of Wines, entre otros”, destaca Kolle.
Acerca del Concurso Mundial de Brusellas
Este evento se ha posicionado en el mundo como un concurso enológico de referencia. Su independencia, su rigor y el proceso de cata establecido garantizan a los consumidores la compra de vinos premiados con toda tranquilidad. En treinta años de experiencia, el concurso es una vitrina de las últimas tendencias en variedades de uva, denominaciones y añadas. Cada año, participan alrededor de 10.000 marcas de vinos que son evaluadas por expertos catadores internacionales.
