El Museo Nacional de Etnografía y Folklore (MUSEF) invita a la población a asistir a la 37 versión de la Reunión Anual de Etnología (RAE), que este año estará dedicada a los “Sonidos, músicas y espacios”.
El evento se celebrará entre el 21 y el 25 de agosto con jornadas completas con más de 130 ponencias académicas y cinco noches de conciertos estelarizados por música y danza de comunidades indígenas-originarias de Bolivia en el escenario “Diálogo de Sonoridades”.
En esta oportunidad, el evento académico con más larga data en el país abordará desde diferentes perspectivas la forma en la que los sonidos rodean la cotidianidad de los seres humanos, desde la contemplación de los entornos sonoros, las oralidades y, por supuesto, las manifestaciones musicales de todo tipo.
La RAE 2023 presentará cuatro mesas temáticas y una abierta, conformadas por cerca de 100 ponencias postuladas por diversos investigadores e investigadoras y tres ponencias magistrales. El MUSEF, dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB), viene realizando esta destacada actividad por 37 años ininterrumpidos.
Las inscripciones están habilitadas en la página web del MUSEF a través del link: http://musef.org.bo/inscripcion-rae-2023-lpz Quienes se inscriban podrán acceder al certificado con aval de horas de asistencia presenciales, cancelando el monto de 15 bolivianos para estudiantes y 40 bolivianos para profesionales. Y para participantes del interior o exterior, están habilitadas las inscripciones para participar de forma virtual gratuitamente.
MUSICAS SILENCIADAS DE LAS
COMUNIDADES TOMAN LA PALESTRA
Acompañando el evento, el MUSEF propone disfrutar de un escenario especialmente dedicado a lo que se ha denominado “Músicas silenciadas” o la música y danza de las comunidades originarias de Bolivia que pocas veces son escuchadas o visualizadas en ámbitos urbanos. En el escenario denominado “Diálogo de Sonoridades” estarán representadas regiones de todo el país. El ingreso a los conciertos es completamente gratuito y los mismos también serán transmitidos a través del Facebook Live del museo, con el fin de llegar a la mayor cantidad de espectadores a nivel nacional y mundial.
Cerca de una docena de comunidades originarias integrarán un escenario donde se tejerán lazos desde los sonidos, visibilizando la riqueza musical y performática de lo autóctono en un escenario como La Paz, donde pocas veces se tiene la oportunidad de acceder a esta experiencia. Empezando esta fiesta se contará con la presencia de un destacado músico t’siman de la comunidad Maraca’tunsi del Beni, don Casimiro Canchi, que deleitará el lunes 21 con canciones dedicadas a los animales en el marco de la inauguración del evento junto a la agrupación local de investigadoras musicales Sagrada Coca.
El martes 22 se disfrutará de la unión de la música de tierras bajas y altiplano. Desde Urubichá provincia Guarayos, Santa Cruz, llegan los violines de Tacuara interpretados por el Instituto Coro y Orquesta de Urubichá, acompañados del maestro luthier que aún fabrica estos maravillosos instrumentos. Y los sonidos andinos con las danzas del Wititi de San Martín de Iquiaca y el Waka Tinti de Umala, ambas del departamento de La Paz, representando los rituales en torno a la siembra y la cosecha.
El miércoles 23, los valles de Ayacucho y Chuquisaca se unen para brindar una muestra de intercambio de danzas ancestrales. Por un lado, la enérgica danza de las Tijeras que llega al escenario desde el Perú y por el otro la melancólica danza La mariposa libertaria, la danza Liberia de la comunidad Potolo del municipio de Sucre. El escenario será completado con la intervención del Ayllu Pacha Ajayu, que interpretará música del tiempo seco.
El jueves 24 la Fiesta Grande o Arete Guasú llega de la mano de los músicos del grupo Chepombiri de la comunidad Isipotindi y los danzarines y tejedoras de la Capitanía de Santa Rosa de Huacaya, desde del Chaco Chuquisaqueño, con máscaras y una imperdible muestra de baile que entrará en diálogo con los sonidos telúricos y conmovedores de los sikus, interpretados por los Sikuris de Taypi Ayca del municipio de Mocomoco en La Paz. Esa noche el escenario recibirá también a una poderosa representación de tierras bajas: el Coro Musical de San Ignacio de Moxos, que interpretará la danza ritual del Jerure musicalizada, entre otros instrumentos, por los Bajones, especie de trompetas fabricadas de hoja de palma Cusi, con boquillas de madera muy similares a la forma de una “zampoña” andina de gran tamaño, que pueden llegar a medir hasta 1.5 m. La velada estará complementada por Arawimanta con la fuerza de un grupo de poderosas warmis investigadoras de la música autóctona.
Y cerrando el escenario dos danzas emblemáticas podrán ser disfrutadas el viernes 25. La mística representación del J’acha Tata Danzanti, de la mano de los municipios de Achacachi y Umala, que mostrarán sus diferentes versiones sobre la misma danza y desde Oruro, del ayllu Qaqachaka, los tradicionales y numerosos representantes del Jula Jula, en un cierre que promete hacer bailar a todos los asistentes.
“Las músicas silenciadas son primordiales para nosotros. Silenciadas por la modernidad, el paso del tiempo y por la falta de interés de los jóvenes que ya no interpretan sus danzas y música originarias. Es parte de la labor que como museo tenemos que cumplir de preservar y fomentar el resguardo de una cultura viva que se recrea en la danza, en la música y en los rituales con los que se relaciona”, comenta la directora del MUSEF, Elvira Espejo. “Este esfuerzo ha logrado unir a muchas instituciones que se han sumado y han creído en esta misión y por eso estamos eternamente agradecidos. Esperamos que el público paceño se entusiasme y vibre con esta experiencia pocas veces vivida en el entorno urbano”, afirma.
El Escenario Diálogo de Sonoridades será una realidad gracias al apoyo de las siguientes embajadas e instituciones: la Embajada Suiza a través del Fondo Suizo de apoyo a la Cultura, ejecutado por Solidar Suiza Bolivia, la Embajada de Brasil, la Embajada de Perú, la Embajada de Italia y la Cooperación Española. Asimismo, la Konrad Adenauer a través del proyecto PPI, IPDRS y el Banco Interamericano de Desarrollo BID.
RESONAR LOS TIEMPOS Y ESPACIOS
(Fragmento del prólogo Samanan Qamasap Ist’añani – Sonoridades y espacios musicales)
Los sonidos siempre han acompañado al ser humano, incluso en momentos de silencio, por más contradictorio que parezca. Nuestra historia, como personas y especie, está cargada de sonidos a los cuales casi nunca les prestamos atención, a menos que sean los protagonistas (estas, manifestaciones, conciertos, etc.). Pese a ello, los sonidos han confeccionado mucho de nuestro tejido sociocultural. Pero esa desafección no es algo casual, es producto de la globalización que nos ha insertado una forma de ver y oír lo que nos rodea, que se hace más impactante en los entornos urbanos. Sin embargo, en los saberes y conocimientos indígenas, lo sonoro es de vital importancia para muchas actividades.