El Siglo XX en su primera mitad fue sacudida por dos guerras atroces, la primera de 1914 a 1918 y la segunda de 1939 a 1945, pero fue la segunda que estuvo inspirada por diferencias ideológicas, pues los países del Eje Alemania, Italia y Japón extendieron su dominio territorial e impusieron un nacionalismo a ultranza. En el bando contrario se alinearon los denominados demócratas de corte liberal, aliados con la ex Unión Soviética, de corte socialista-comunista.
Ante el poderío militar de Alemania que ocupó buena parte de Europa, con su guerra “relámpago”, sólo quedó en pie Inglaterra, protegida por el mar y respaldada (por debajo) por los Estados Unidos, que recién entró en guerra en 1942, luego del ataque japonés a Pearl Harbor. Entonces 43 países estaban en guerra, la misma que acabó en 1945, con la caída de Berlín y la rendición de Japón.
El triunfo militar de los aliados, se agrietó en el mismo momento de la victoria, pues Stalin, el dictador de la URSS, impuso el socialismo-marxista en los países que ocupó en su paso hacia Berlín, que luego fue dividida en dos, una parte controlada por la URSS y otra por Inglaterra, Francia y Estados Unidos. En Berlín comenzó la guerra fría, entre la URSS, del lado socialista-comunista y los Estados Unidos, la potencia mundial emergente en al lado liberal democrático.
La “guerra fría” duró hasta 1989, cuando se derrumba el muro de Berlín y el sistema socialista-comunista encabezado por la URSS, habiendo quedado en pie, sólo el sistema capitalista, que llevó a Francis Fukuyama a sostener el “fin de la historia”, lo que no sido así, pues luego de algo más de tres décadas, nuevamente se ha repuesto la guerra fría, está vez entre China, Rusia e Irán en una corriente anti occidental y, por otro lado, Estados Unidos y sus aliados europeos.
El eje Roma, Berlín,Tokio, que fuera denominado el “eje del mal”, anti democrático-liberal, está encabezado ahora por Beijín, Moscú y Teherán, que coinciden en sus regímenes de gobierno autoritario, en los que la democracia de libertades es rechazada. E Irán es una dictadura de corte teocrático, pues los ayatollas gobiernan en nombre del dios Alá.
Al igual que la guerra fría del pasado siglo, se dan zonas calientes, donde se producen cruentas guerras, como es el caso de la guerra entre Rusia y Ucrania, en la que se miden las dos corrientes ideológicas que se disputan su influencia en el mundo.
Un caso particular es el de la China, que se ha convertido en una gran factoría de bienes, precisamente encargados por las grandes industrias capitalistas de occidente, debido al bajo costo de mano de obra. Pero a la vez estas empresas llevaron tecnología o Know how. Además, a marchas forzadas China dejó de ser una sociedad agraria, para reconvertirse en capitalista y occidentalizarse, aunque en su régimen político interno, sigue la dictadura del partido comunista tradicional.
No obstante el derrumbe del socialismo clásico en Europa y su acomodo a un sistema mixto en países socialistas de Asia, en América pervivió el régimen socialista en Cuba, que pese al estado famélico de su economía, ha influido para establecer otros regímenes de corte autoritario, como en Venezuela y Nicaragua, la sangrienta guerrilla en Colombia, y apadrina corrientes populistas de izquierda encubadas en el Foro de San Pablo y luego Puebla, que en algunos países han llegado al poder, por la vía del voto ciudadano en elecciones democráticas, pero que por su origen no son auténticamente democráticos.
El viejo pleito ideológico entre el colectivismo e individualismo, entre la propiedad privada o no, entre el individuo al servicio del Estado, o del Estado al servicio del individuo, entre libertad y sometimiento, sigue vigente, pese a los deseos de buena parte de la humanidad de vivir en una sociedad universal de paz y entendimiento, como la soñaron los utopistas y los primeros cristianos.
La disyuntiva entre sociedad libre y sociedad sometida, sigue siendo una u otra opción, y los países del mundo, están ante este reto, a veces enfrentados entre hermanos, pero siempre con resultados poco halagüeños de pobreza y calidad de vida casi miserable. Ya lo ha dicho en la reciente 78 Asamblea General de Naciones Unidas, el secretario general, António Guterres. “La democracia está bajo amenaza, el autoritarismo avanza”.
El autor es Abogado, Politólogo, escritor y docente universitario.