Subida de presupuesto en Asamblea Legislativa

En el curso de últimas semanas, las cámaras baja y alta del Órgano Legislativo Plurinacional sesionaron, después de varios recesos temporales cuando se procedía al tratamiento de una ley relacionada con las elecciones de magistrados, programadas inicialmente para fines de este año, pero ahora se espera que se efectúen a principios del siguiente, si se realizan.
Sin embargo, ese silencio de los “padres de la Patria” terminó súbitamente a principios de la semana que termina y entonces diputados y senadores mostraron gran interés por atender sus funciones legislativas, actitud explicable debido a que están debatiendo acerca del Presupuesto General del Estado para el año siguiente.
Pero, como si no fuera suficiente, en la sesión de la Cámara Baja, el trabajo se intensificó con inusitado entusiasmo y, finalmente, la reunión de la noche del pasado jueves se prolongó durante nada menos que 25 horas continuas, hasta aprobar la Ley presupuestaria, de origen en el Órgano Ejecutivo plurinacional.
Para ese fin, los miembros de la Cámara de Diputados no pegaron pestaña con pestaña y participaron en las discusiones con energía física y lucidez argumentativa. Así pasaron las horas y llegó la madrugada y la salida del sol, pero los parlamentarios seguían activos, excepto algunos que quedaron dormidos en sus curules, hasta que, ¡por fin!, se llamó a votación, la cual dio por resultado de entrada la aprobación del …¿Qué había pasado para que surja tan inusitado interés por aprobar esa ley? Simplemente, porque contenía un “punto decisivo” para la suerte del país y sus habitantes, es decir, el aumento del presupuesto camaral de diputados en 20 millones de bolivianos para el año 2024, cantidad que seguramente hará subir la retribución a los sacrificados representantes, así como facilitará las gestiones de diversos trámites.
Pero lo que explica esa eficiencia burocrática madrugadora fue que más que aprobar el Presupuesto del Estado, se trataba de aprobar el aumento de presupuesto de esa entidad legisladora en semejante cantidad, en momentos en los que el país está entrando en una vorágine económica y política de proporciones preocupantes. En consecuencia, tanto sacrificio laboral no era por amor al chanchito, sino al chicharrón.
Al respecto, la historia parlamentaria mundial recuerda que Roma fue salvada de una invasión de bárbaros, gracias a los hambrientos gansos del Capitolio, como se conocía por entonces al recinto parlamentario. En esa ocasión, los guardias que se habían dormido, fueron despertados por los graznidos de los gansos y, alertados ante la invasión de los vándalos, movilizaron las defensas militares y derrotaron a los atacantes. Desde entonces se conoció a los legisladores como “los gansos del Capitolio”.