miércoles, septiembre 4, 2024
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El sindicalismo en nueva versión

El derecho de asociación está reconocido por la Constitución Política.
A nivel de empresas se organizan los sindicatos, que luego se integran a las federaciones departamentales, las cuales se adscriben a la confederación a nivel nacional, que pasan a formar parte de la Central Obrera Boliviana (COB), máximo organismo que representa a la clase obrera del país, la cual regularmente tuvo a la cabeza a indomables dirigentes como Simón Reyes, Víctor López, y el más célebre, Juan Lechin Oquendo, todos provenientes del sector minero, con predominio en la clase obrera. Que se conozca, ninguno tenía militancia activa en un partido político, y si lo tenía (caso de Juan Lechín, fundador del Partido Obrero Revolucionario –POR– y adscrito a un ala del MNR), ya en la posición dirigencial siempre fueron antagónicos con el gobierno de turno, beligerantes y contestatarios, invocando siempre la tesis de Pulacayo, que entre otros principios sostenía: «El proletariado, clase revolucionaria por excelencia, está llamado a convertirse en caudillo nacional, a sellar la unidad de todos los explotados, bajo su liderazgo».
La COB tenía poderes de decisión en la elección de muchos cargos importantes. Fiscalizaba a través del Control Obrero la administración de Comibol y otras importantes empresas estatales. Las federaciones, en relación permanente con los sindicatos, atendían solícitamente sus reclamos. El movimiento sindical tenía frecuentes asambleas nacionales de las confederaciones, y sus Votos Resolutivos ponían en vilo al gobierno y los empleadores.
La COB fue creada por instancia del propio Lechín cuando se desempeñaba como Ministro, en el año 1952. La Federación de Sindical de Trabajadores mineros de Bolivia (FSUTMB) creada en 1944), ha sido en todo tiempo el gremio más inquieto y respondón con todo gobierno, al punto que René Barrientos tuvo que recurrir a la aviación y las armas para someter a los mineros en la inolvidable “Noche de San Juan”, el 24 de junio de 1967, y luego el de Sánchez de Lozada en Amayampa y Capacirca, en 1996.
En los hechos, hoy la FSTMB se ha desvanecido, los campesinos a su vez son más fuertes, no por su pertenencia a la COB, sino por ser agremiados a una confederación del partido que está gobernando: Confederación sindical única de trabajadores campesinos de Bolivia, junto a las Bartolinas y los Interculturales.
La Central Obrera Boliviana tiene una relación deficiente y opaca con sus afiliados, los cuales no la necesitan, porque toman sus propias decisiones. Así, la otrora temida, prestigiosa y poderosa COB, en continua beligerancia con el gobierno, ya no existe.
Por el contrario, la actual está alineada con el poder, y aunque su principal dirigente repite que no es militante, sin tapujos confiesa que defienden al presidente Arce Catacora y el «proceso de cambio», al punto que ni siquiera sirve como intermediaria.
Tampoco tiene importancia la escasamente nombrada Central Obrera Departamental (COD), cuyos representantes son igualmente militantes.
La COB acabó siendo captada por los gobernantes, en hábil maniobra sacándose del camino una fuente de problemas. Y así fue, no existen problemas que tenga que gestionar arduamente la COB.
Sin embargo, aprovechando su particular relación con el gobierno, ahora mismo podría involucrarse en gestionar ayudas para mejorar la Caja Nacional de Salud (CNS), con dotación de equipos e ítems, se trata de la salud de sus afiliados; podría intervenir en los reclamos ante la Gestora Pública, y precautelar por los aportes, es dinero de sus afiliados. Más bien, su principal portavoz, en claro acto de sumisión, ha dicho que “se convocará a un ampliado nacional, donde las federaciones, confederaciones (…), analicen estrictamente el tema político y sean los trabajadores quienes definan el destino político de la COB”.
La ocasión puede ser oportuna para pedir a la COB que se preocupe también de otros aspectos, vinculados al «vivir bien›» de sus miles de afiliados, que tenga efectos positivos sobre la población boliviana.

El autor es periodista.

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