El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos alertó ayer que miles de personas se desplazaron hacia el sur de la Franja de Gaza, siguiendo las recomendaciones del Gobierno israelí ante una posible invasión terrestre, se encuentran ahora “atrapadas en el sur de Gaza”, donde la situación humanitaria sigue empeorando.
La portavoz del organismo, Ravina Shamdasani, indicó que no existen indicios de que los ataques vayan a reducirse y puntualizó que el asedio de la Franja de Gaza afecta al suministro de agua, alimentos, medicinas y otras necesidades básicas. «Hay indicadores diarios de violaciones del Derecho Internacional», manifestó.
«Con 4.200 muertos y más de un millón de desplazados en tan solo diez días, así como amplias áreas de la Franja de Gaza reducidas a escombros, tememos que las cifras sigan aumentando», dijo en relación con los balances de fallecidos, que alcanzan ya los 2.800 en Gaza y los 1.400 en Israel.
Entre las víctimas mortales, dijo, se encuentra mujeres y niños, además de once periodistas palestinos, 28 trabajadores sanitarios y 14 trabajadores de Naciones Unidas. «No está claro cuántos cuerpos más puede haber sepultados bajo los escombros», explicó, según comunicado.
Así, también recalcó que numerosas instalaciones médicas fueron objeto de bombardeos. «Existe una grave preocupación sobre el acceso a los servicios sanitarios para miles de heridos y para unas 50.000 mujeres embarazadas. (…) La situación actual está empeorando un servicio que era ya de por sí limitado debido al bloqueo que pesa sobre Gaza», dijo antes de incidir en que este tipo de ataques están prohibidos bajo el Derecho Internacional.
ATAQUES CONTRA
DESPLAZADOS
En este sentido, solicitó investigar de forma independiente las informaciones sobre posibles ataques contra civiles a medida que se desplazan hacia el sur de Gaza. «Pedimos a Israel que evite atacar civiles e infraestructuras civiles. (…) Aquellos que trataron de cumplir con las órdenes de las autoridades israelíes para trasladarse al sur se encuentran ahora atrapados, con escasas posibilidades de obtener refugio, alimentos que se agotan rápidamente y un acceso escaso o nulo a agua potable, saneamiento, medicinas y otras necesidades básicas», aseveró.
Actualmente, unos 400.000 desplazados se encuentran en refugios en varias localidades de la Franja de Gaza, de los cuales muchos de ellos son edificios de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos en Oriente Próximo (Unrwa).
«El Derecho Internacional exige que cualquier evacuación temporal legal de una zona por parte de Israel, como potencia ocupante, (…) debe ir acompañada de la provisión de alojamiento adecuado para todos los evacuados, en condiciones satisfactorias de higiene, salud, seguridad y nutrición», afirmó Shamdasani, que puntualizó que no hubieron intentos por parte de Israel de cumplir esto para los 1,1 millones de civiles a los que ordenó desplazarse.
Por otra parte, expresó su preocupación por el aumento de la violencia en Cisjordania y en Jerusalén Este. Desde el 7 de octubre se registraron 52 palestinos muertos en Cisjordania a manos de las fuerzas israelíes, mientras que otros cinco más murieron a manos de colonos.
«Instamos a las autoridades de Israel a garantizar que las fuerzas de seguridad evitan utilizar munición real a menos que sea como último recurso y ante una situación de amenaza inminente contra la vida. Pedimos que tomen las medidas necesarias para garantizar la protección de la población palestina», declaró.
DESESTABILIZACIÓN REGIONAL
La Organización Mundial de la Salud (OMS) contabilizó 115 ataques contra infraestructuras sanitarias de Gaza y alertó de que un aumento de la violencia en el marco del conflicto, especialmente en la frontera entre Líbano e Israel, podría llevar a una desestabilización a nivel regional.
Así se pronunciaron el director regional de la OMS para el Mediterráneo Oriental, Ahmed al Mandhari, que hizo hincapié en la importancia de que las partes enfrentadas pongan fin a los ataques y garanticen la protección de civiles, pacientes, trabajadores sanitarios e infraestructuras.
«También pedimos la liberación segura de los rehenes» tomados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). «Hemos pedido en varias ocasiones que se dé acceso humanitario a la Franja de Gaza a través del paso de Rafá desde Egipto para poder distribuir suministros», aseveró.
De la misma forma sostuvo que es imposible trasladar pacientes en estado crítico sin arriesgarse a que mueran y destacó la catastrófica situación de los hospitales en el sur de Gaza, que son incapaces de gestionar la cantidad de pacientes.
Por su parte, la relatora especial de la ONU sobre el derecho a la sanidad, Tlaleng Mofokeng, lamentó que las infraestructuras sanitarias se vieron golpeadas de forma irreparable, lo que deja a los especialistas ante un acceso limitado a material sanitario y condiciones que no les permiten ofrecer un tratamiento y un servicio adecuado.
En un comunicado, Mofokeng indicó que los trabajadores siguen adelante con sus labores a pesar de estar siendo bombardeados y acusó a Israel de evitar la entrada de material esencial en Gaza, al tiempo que instó a la comunidad internacional a intervenir inmediatamente para evitar un aumento de la violencia y respetar el derecho a la sanidad para todos.
«Los últimos ataques no deben descontextualizarse», ha insistido antes de matizar que esto «representa un momento más de violencia estructural, sistemática y sostenida que los palestinos vienen experimentando todos los días desde la ocupación», señaló.
Previamente, las autoridades gazatíes informaron que el único hospital oncológico de la Franja de Gaza se quedará sin combustible en un plazo de unas 48 horas, por lo que los pacientes que son atendidos en el centro médico carecerán del tratamiento necesario a medida que la situación humanitaria empeora en la zona.
El Ministerio de Sanidad de Gaza, indicó en un comunicado que el Turkish Friendship Hospital se verá completamente paralizado en cuestión de días, lo que empeorará la grave situación en la que se encuentran ya estos pacientes.
Si bien gran parte de los hospitales de la Franja de Gaza están ante una situación catastrófica que los aboca a apurar las últimas horas de combustible que les queda, las autoridades gazatíes, instaron a la población a dirigirse «inmediatamente a todos los hospitales y sedes de la Asociación de Bancos de Sangre para realizar donaciones en un intento por salvar más vidas a medida que aumenta la cifra de heridos», que asciende ya a 12.000.
GUERRA LARGA Y DURA
El jefe del Ejército de Israel, Herzi Halevi, advirtió que la guerra contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) «será dura y larga» y anticipó que las tropas israelíes «ganarán» esta «guerra justa», en un mensaje enviado a los soldados y comandantes de Israel diez días luego de los ataques por el grupo islamista, que dejaron cerca de 1.400 muertos y más de 200 secuestrados.
Halevi, indicó en su misiva, publicada por el Ejército israelí a través de su página web, que Hamás «lanzó un ataque asesino por sorpresa contra el Estado de Israel» y ha denunciado que «con sus actos crueles y criminales, intentó desafiar la soberanía del país».
«En esta hora fatídica, mantenemos nuestro compromiso de defender la patria y la libertad de Israel y combatir», manifestó Halevi, que hizo hincapié en que las fuerzas israelíes han golpeado con fuerza al enemigo desde el aire, la tierra y el mar.
«Hemos dañado la infraestructura del enemigo, su cúpula y sus capacidades y le hemos causado graves pérdidas», destacó, a tiempo que señaló que la iniciativa está en manos del Ejército de Israel. «Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ganarán al ceñirse a su misión y a la fuerza de su voluntad», argumentó.
En este sentido, Halev, incidió en que el Ejército de Israel ganará porque esta guerra es justa. «Ganaremos y todas las acciones irán en línea con el espíritu y los valores de las FDI», ha dicho, antes de reseñar que «la fortaleza, determinación y unidad (en el seno de las Fuerzas Armadas) prevalecerán en este capítulo de la historia de Israel».
La campaña de bombardeos de Israel en Gaza, dejó hasta ahora cerca de 2.750 muertos y más de 9.700 heridos, así como cerca de un millón de desplazados, casi la mitad de la población del enclave. Por ello, Naciones Unidas y numerosas organizaciones no gubernamentales alertaron del grave deterioro de la situación humanitaria, ahondada por el cerco impuesto tras los ataques de Hamás. (Europa Press)