Una nueva investigación de la organización internacional World Vision realizada por IPSOS relaciona los conflictos con el aumento de los niveles de hambre.
La reciente encuesta de World Vision llevada a cabo por IPSOS encontró que el 45% de las personas cree que el conflicto es uno de los principales impulsores del hambre a nivel mundial. El hallazgo trasciende mientras el mundo está la expectativa frente a la crisis en medio oriente, especialmente en Afganistán e Israel, y otros conflictos propiciados por la violencia de pandillas (o maras) en Haití y Centroamérica.
La investigación, llevada a cabo en 16 países de todo el mundo, también encontró que casi una de cada cinco personas encuestadas dijo que el conflicto era el culpable de que sus propios hijos pasaran hambre. Las personas de países afectados por conflictos, como la República Democrática del Congo (44%), Chad (32%) e Irak (35%), fueron las más propensas a citar el conflicto y la guerra como la principal razón del hambre infantil en su país.
«En las últimas semanas hemos visto el impacto devastador del conflicto en Israel y en el territorio palestino ocupado, y son los niños los que más sufren. Oímos hablar de víctimas y daños estructurales, pero de lo que menos se informa es del impacto devastador que tiene el conflicto en el aumento de los niveles de hambre y malnutrición de los niños afectados por el conflicto». dijo Dana Buzducea, líder de World Vision de Advocacy y Relaciones Externas.
En todo el mundo, el clima, los conflictos y el hambre se retroalimentan en una espiral viciosa que está agravando las crisis humanitarias en todo el mundo y dejando a millones de personas necesitadas de ayuda. Antes de la escalada del conflicto de la semana pasada, 1,5 millones de personas en el territorio palestino ocupado padecían inseguridad alimentaria. World Vision dice que es muy probable que este número aumente exponencialmente como resultado del aumento de la violencia.
«Los conflictos están destruyendo la vida de millones de niños en todo el mundo. Muchos no pueden acceder a servicios básicos como la salud y la educación y millones pasan hambre porque demasiadas veces se opta por la violencia y el conflicto en lugar de la paz. A menudo, cuando la lente de los medios de comunicación abandona una zona de conflicto, las familias se ven obligadas a sobrevivir con pocos o ningún medio para alimentar a sus hijos. Es una crisis silenciosa que queda atrás», dijo Buzducea.
La encuesta de IPSOS para World Vision reveló que el hambre está afectando a una gran proporción de personas en la mayoría de los países del mundo, con el 46% de las personas preocupadas por encontrar dinero para comprar alimentos en el último mes, y el 30% de las personas encuestadas no sabían de dónde vendría su próxima comida.
Sin embargo, la investigación proporcionó cierta esperanza para el futuro. La mayoría (89%) de los ciudadanos del mundo cree firmemente que todos tenemos la responsabilidad de acabar con el hambre en el mundo y que si los gobiernos, los ciudadanos y las ONG trabajan juntos, podemos avanzar más rápidamente para acabar con el hambre y la malnutrición entre los niños. Las personas también están haciendo su propia parte: en los últimos 12 meses, muchos han dado comida a alguien necesitado (43%), han apoyado a una familia hambrienta a nivel local (26%) o han donado a una organización benéfica o a organizaciones comunitarias religiosas que proporcionan alimentos a los hambrientos (21%), entre otras acciones.
«El público cree que con la voluntad, hay una manera de reducir los niveles de hambre y garantizar que ningún niño muera porque no tiene suficiente para comer. Sabemos que los conflictos suelen ser la razón por la que se impide a los niños acceder a alimentos nutritivos. Es esencial que la comunidad internacional dé prioridad a la paz y haga todo lo que esté en su mano para poner fin a los conflictos violentos, de modo que todos los niños, independientemente de dónde hayan nacido, puedan alcanzar el potencial que Dios les ha dado», dijo Buzducea. (World Vision)