domingo, julio 7, 2024
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La educación en la era digital

En nuestro país, en el desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) aún persisten profundas diferencias, entre los ámbitos urbanos y rurales; en cuanto a la infraestructura tecnológica y la conectividad de las telecomunicaciones. Esta última situación es agravada porque la oferta de Internet se concentra en pocos operadores, como ENTEL, TIGO y VIVA. Las mismas dejan poco espacio para la competencia, y es muy visible que en el eje central del país, sobre todo en las zonas metropolitanas, es mucho más fácil acceder al Internet, por la calidad de su señal y la fibra óptica.
Sin embargo, el gobierno ha adoptado iniciativas como: la nacionalización de ENTEL, la creación del Programa Nacional de Telecomunicaciones de Inclusión Social (Frontis), destinado a universalizar las telecomunicaciones en el país; la aprobación de una nueva Ley de Telecomunicaciones y, en 2013, el lanzamiento del satélite Túpac Katari, y otros. Todas estas acciones requieren una infraestructura tecnológica, conectividad y generación de condiciones para democratizar el uso de las TICs en beneficio de la sociedad. Pese a los esfuerzos, aún persisten las limitaciones en infraestructura tecnológica y conectividad, sobre todo en las zonas periurbanas y más en zonas alejadas y de difícil acceso.
Ahora, sin duda, las TICs están en las aulas e indican el camino de una profunda transformación de la práctica educativa, que implica un cambio de paradigma tanto en la gestión institucional como de sus actores: directivos, docentes, estudiantes e incluso padres de familia. En este contexto, los cambios tecnológicos de la sociedad de la información y la comunicación revelan la sentida necesidad de la preparación y capacitación en el manejo y uso de plataformas virtuales de parte de los docentes.
Por su parte, el Estado boliviano a través del Ministerio de Educación inicialmente ha realizado inversiones millonarias para: la implementación de telecentros comunitarios, la distribución de ordenadores personales a los docentes y estudiantes del sexto de secundaria de todo el país, el despliegue de redes de fibra óptica por todo el territorio, hasta el uso de firma digital con el objetivo de cumplir con la política pública de la Agenda Patriótica 2025 y en la actualidad el software libre para el desarrollo de la educación digital. Sin embargo, el paisaje digital aún no está al alcance de toda la sociedad boliviana; porque es recurrente escuchar expresiones como: el elevado costo económico, las deficiencias en la señal del Internet y la carencia de dispositivos apropiados.
También es importante ponderar que la comunicación telefónica es mucho más rápida que hace algunos años, cuando se tenía que programar la comunicación. Además, en la actualidad ante la emergencia sanitaria se viene desplegando con énfasis para uno de los actores centrales (docentes) de los tres subsistemas de educación: Regular, Alternativa y Especial y Superior; jornadas de apropiación, uso y aplicación de los recursos digitales dinamizadores en los espacios formativos. Pero no es suficiente manejar tecnología, la competencia digital es imprescindible. En esa misma línea, los directivos necesitan participar de las instancias formativas para decidir cómo gestionar los recursos y cómo abordar los cambios institucionales que se producen a raíz de la implementación de las TICs. Por su parte, las familias requieren información acerca de la digitalización de la educación, conocer las normativas para su implementación, tener nociones básicas de las TICs.
En el marco de este escenario, el docente con competencia digital debe ser capaz de adecuar la planificación como la concreción curricular en todos sus elementos curriculares, y éstas se han convertido en un reto necesario e incluso urgente en un contexto social de cambio constante y rodeado de estudiantes nativos digitales interactivos. En definitiva, estamos hablando de la urgente necesidad de repensar la práctica educativa en todos sus niveles, buscando su adecuación óptima a los nuevos tiempos y contextos en el que impera la sociedad digital.
Desde esta perspectiva, el rol del docente en la práctica educativa digital, más allá de la adquisición de distintas habilidades y competencias tecnológicas; es saber diseñar estrategias y actividades pedagógicas en red, que le permitan captar: el interés, la motivación, la propia responsabilidad en su aprendizaje, el uso responsable del Internet, la interacción social con su entorno inmediato y el sentido colaborativo en su proceso formativo y aprovecharlas, Por su parte, los estudiantes tienen la necesidad de conocer y familiarizarse con la tecnología específica elegida.
Los centros educativos son igualmente responsables de incentivar y desarrollar formación continua para el plantel docente, en un manejo apropiado a fin de lograr la utilización pertinente de las TIC en el proceso de enseñanza y de aprendizaje. Además, a fin de que puedan tener las competencias y las herramientas necesarias para que logren una verdadera inclusión de las TICs en las aulas. Y de esta manera logren desarrollar en sus estudiantes las competencias necesarias para la correcta utilización de las TICs. Por ello el diseño del material didáctico debe integrar los métodos clásicos y los digitales para lograr captar la atención y generar mayor motivación en los estudiantes.
La utilización pertinente de las TICs en el proceso de enseñanza y de aprendizaje abre muchas posibilidades, pero a la vez plantea nuevas exigencias. Es uno de los principales desafíos entender que las TICs sólo contribuyen a mejorar la educación de los estudiantes, si los docentes saben cómo aprovecharlas, pero un punto importante es que las entidades coordinadoras y administradoras del ámbito educativo, provean a los docentes los recursos, materiales, humanos, e incluso emocionales, necesarios para un adecuado manejo y aprovechamiento de estas nuevas herramientas.

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