miércoles, septiembre 4, 2024
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Realpolitik y el pragmatismo político boliviano

La política boliviana, en su intrincada realidad, a menudo se ha visto influenciada por una versión de la Realpolitik, una aproximación pragmática a la toma de decisiones políticas basada en el interés nacional y la consideración de las circunstancias reales. La cual, ha estado en juego durante décadas, influenciada por factores internos y externos.
Bolivia es un país rico en recursos naturales, esto lo convierte en un actor no menos importante en la economía global, con la explotación del gas natural y los minerales como puntos centrales de su agenda política.
En el contexto de la Realpolitik (política basada en criterios pragmáticos, al margen de ideologías), Bolivia ha buscado establecer alianzas estratégicas con diversos países, dependiendo de sus intereses económicos y políticos en un momento dado. Esto ha llevado a Bolivia a estrechar lazos con países como China y Rusia, en busca de apoyo financiero y tecnológico para su industria de hidrocarburos, minería e infraestructura carretera, solo para tener una idea respecto a la magnitud de la inversión china, por ejemplo, en la investigación que realizó la Fundación Milenio presentada en septiembre de 2022 señala que en 9 años, el Estado Plurinacional de Bolivia contrató a 28 empresas chinas para la construcción de carreteras, plantas industriales y demás con un costo de 6.000 millones de dólares.
La Realpolitik también se ha manifestado en los cambios de política exterior de Bolivia a lo largo de los años, nuestro país pasó de tener relaciones tensas con Estados Unidos a buscar una mayor cooperación con otros actores internacionales.
En particular, ha habido debates en torno a cómo equilibrar la búsqueda de intereses económicos con la protección de la soberanía y los valores democráticos. La relación entre la explotación de recursos naturales y la responsabilidad ambiental, así como la distribución justa de los beneficios económicos, ha sido un tema polémico en el país.
Bolivia enfrenta el desafío de mantener un enfoque pragmático que satisfaga sus necesidades económicas y de desarrollo, mientras protege sus valores democráticos y su soberanía. Esto implica la necesidad de equilibrar la búsqueda de alianzas estratégicas con la protección de los intereses nacionales y la responsabilidad ambiental.
La Realpolitik es una visión de la política basada en la pragmática toma de decisiones fundamentada en los intereses nacionales y en la consideración de las circunstancias reales, sin necesariamente adherirse a principios ideológicos rígidos o valores éticos. Esta filosofía política ha sido empleada a lo largo de la historia y tiene a varios precursores: Maquiavelo (1469-1527), quien analiza la necesidad de que los líderes políticos sean pragmáticos y adapten sus acciones a las circunstancias cambiantes para mantener el poder; Cardenal Richelieu (1585-1642), se le atribuye la consolidación del poder del Estado centralizado en Francia y la promoción de una política exterior pragmática que priorizaba los intereses de Francia sobre consideraciones religiosas o ideológicas; Otto von Bismarck (1815-1898), fue el arquitecto de la unificación alemana y utilizó una serie de maniobras diplomáticas y alianzas estratégicas para consolidar el poder alemán; Richard Nixon (1913-1994), procuró la normalización de las relaciones con la República Popular China durante la Guerra Fría, buscando intereses pragmáticos en lugar de ideologías; Henry Kissinger (1923 hasta la fecha 2023), su enfoque pragmático se centró en equilibrar las relaciones entre las principales potencias durante la Guerra Fría.
Asimismo, algunas de las características clave de la Realpolitik son: da prioridad a los intereses nacionales y la seguridad del Estado sobre cualquier consideración ideológica o moral; adaptable y dispuesta a cambiar de curso si es necesario para lograr los objetivos deseados; puede implicar el uso de la diplomacia para lograr acuerdos favorables o, en casos extremos, el uso de la fuerza militar si es considerado necesario; se adapta a las circunstancias específicas y no se adhiere a principios inflexibles y valora la realidad política y las relaciones de poder, en lugar de basarse en visiones idealizadas del mundo, entre otras.
La percepción sobre si la Realpolitik es «buena» o «mala» es subjetiva y depende de la perspectiva y los valores de cada individuo.
Ciertos argumentos a favor de la Realpolitik: es pragmática y se enfoca en lograr resultados prácticos y beneficios para un país o una entidad; puede ser efectiva para lidiar con situaciones complejas y cambiantes, puede proteger y promover los intereses nacionales. Mientras que los aspectos negativos son: a veces se asocia con decisiones que pueden ser moralmente cuestionables o contrarias a los derechos humanos; el enfoque en los intereses nacionales puede llevar a tensiones y conflictos internacionales y carece de una base ideológica sólida y, en algunos casos, puede cambiar de rumbo rápidamente, lo cual dificulta la previsibilidad y la confianza en las relaciones internacionales.
La Realpolitik boliviana es un reflejo de las complejidades inherentes a la política en un país con una rica historia y una geografía diversa. El pragmatismo es una herramienta valiosa para abordar los desafíos políticos y económicos, pero debe ser implementado de manera equilibrada y transparente. Es esencial que se siga reflexionando sobre cómo se lo puede utilizar de manera efectiva para avanzar en el desarrollo, sin comprometer los valores y principios fundamentales.
La búsqueda de un equilibrio entre los intereses nacionales y la responsabilidad global es el camino hacia un futuro político más sólido y sostenible en Bolivia.

El autor es politólogo.

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