domingo, julio 28, 2024
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Industrias en colapso por falta de apoyo

Industrias de larga tradición, que alcanzaron niveles de modernidad desde mediados del siglo pasado y tenían perspectivas de progresar mucho más, porque sus productos era de notable consumo, que inclusive los exportaban y, en particular, contaban con la producción interna de la materia prima, hoy enfrentan varios problemas.
Ese panorama progresista se mantuvo por muchos años, pero de pronto se presentó un ambiente desfavorable que las precipitó en la decadencia sostenida y sin posibilidades de que ésta finalice a corto ni mediano plazo. Uno de sus principales enemigos fue el libre comercio instituido por gobiernos populistas de las últimas dos décadas.
Según economistas especializados, la actual industria nacional no solo está en deterioro, sino en peligro de desaparecer, lo que entre otras cosas determinaría el retroceso a los tiempos de fabricación artesanal, con altos precios, desempleo y otros efectos, así como el favorecimiento a la producción extranjera.
Al respecto, los datos estadísticos son sorprendentes y por demás reveladores. Efectivamente, se pone en peligro miles de fuentes de trabajo indirecto, otra considerable cantidad de empleos directos y la supervivencia de cientos de familias productoras.
Lo cierto es que la industria nacional es perjudicada por el comercio ilegal de toda clase de productos, es decir, contrabando que abarrota los mercados del país e implica una evasión impositiva por millones de bolivianos, que se deja de pagar al Estado. Pero, además de esos perjuicios, los productores de materias primas corren el riesgo de quedar sin fábricas que las procesen, determinando, obviamente, mayor parálisis en la economía del país y aumentando los índices del desempleo.
Sin embargo, hay problemas mayores, como el crecimiento del contrabando, que hace ingresar al país alto porcentaje de toda clase de artículos para consumo, así como paraliza las posibilidades de hacer un control para examinar la calidad de lo que ingresa de manera irregular. Al respecto, se recuerda que varias empresas nacionales tenían iniciativas para ampliar sus actividades, pero debieron suspender sus proyectos por falta de materia prima y por la competencia desleal del mercado negro. Asimismo, es necesario recordar que el gobierno también perjudica a esta industria al elevar los impuestos a la producción nacional, hecho por demás increíble.
Finalmente, en vez de que el gobierno esté pensando en instalar decenas de empresas improductivas, lo que debiera hacer es reactivar y fomentar el crecimiento de industrias nativas, para favorecer, al mismo tiempo, a productores artesanales, agrícolas, al comercio, y obtener recursos económicos para el Estado por pago de impuestos. En todo caso, previamente no se debe dejar de resolver problemas capitales, como el contrabando, el problema de la tierra, etc., sin los cuales otras soluciones serán solo parciales.

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