miércoles, septiembre 4, 2024
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Mientras la sequía se agudiza

Las multitudinarias concentraciones, tienen un costo económico. Nadie se mueve por amor al deporte. Ahora no sabemos de dónde proviene el financiamiento. Ni quiénes son los “padrinos”, que contribuyen con sus peculios. Pero cuesta, indudablemente, articular una movilización de tales dimensiones. En las dictaduras, para tales efectos, se habría recurrido a los recursos del Estado. Algunos seudo dirigentes, resultaron, inclusive, con bienes e inmuebles. Ahora, en democracia, que tiene una vigencia de 40 años, no se tiene la menor idea de cómo y con cuáles mecanismos se mueve esa actividad proselitista.
Mientras la sequía golpea duramente a La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí, Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija. Oruro, es el único departamento que se declaró en desastre. Mientras La Paz, Cochabamba y Chuquisaca, se declararon en emergencia. “A la fecha, existen 124 municipios que se declararon en desastre y hay 553.645 familias afectadas por la sequía”, según la versión del viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes (1). Pero esa realidad pone en riesgo la producción agrícola y, asimismo, la actividad ganadera.
La pulseta política, en este marco, está en su punto. La historia se repite, con uno u otro matiz, indudablemente. Las peleas internas, según reitera la historia, siempre han provocado el fraccionamiento de los partidos. Y quienes tuvieron “el caballo del corregidor”, se impusieron contra viento y marea. Hasta con vergonzosos fraudes electorales, ciertamente.
La historia política del Siglo XX, inserta, en sus páginas, por decir un ejemplo, la presencia de un partido mayoritario, que asumió “grandes transformaciones del Estado desde 1952” (2). Estructurado, inicialmente, por diferentes fuerzas laborales y núcleos intelectuales, que cambió el rumbo de la historia, en un contexto de inclusión social. “Es a partir de las transformaciones que se operan desde1952, que la movilización social irrumpe en las estructuras estatales” (3). Ese partido cayó en desgracia, a raíz de sus pugnas intestinas.
Hoy ocurre lo propio. El partido que detenta el poder desde el 2006, confronta, también, una situación de inestabilidad en sus filas. Está ensombrecido por el fantasma del fraccionalismo. La pugna involucra a quienes añoran el Poder, frente a otros que disfrutan de la miel de esa instancia. Parece que las diferencias de tipo ideológico y las enemistades de antaño profundizaron esa situación. En consecuencia, ese partido, en vez de buscar la unidad del conjunto nacional, ha dividido al país, entre el trópico y el occidente. Entre productores de la coca y los productores de la patata.
Ambos sectores, conservadores y renovadores, han medido fuerzas, reuniendo a sus parciales en las regiones donde tienen mayor ascendencia. El futuro dirá su última palabra. Pero por ahora la cancha está rayada para sus competidores. Cada quien toma sus recaudos.
En suma: lo que se debería hacer es priorizar el destino nacional.

NOTAS
(1) “Prolongación de sequía afectará a la producción de alimentos”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 14 de octubre de 2023.
(2) “Khana”, revista cultural, No. 46, Pág. 13. Talleres Gráficos hisbol, La Paz – Bolivia, 1997.
(3) Ídem, Ídem.

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