jueves, julio 25, 2024
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Inclusión educativa de personas sordas en educación superior

Verónica Vera Monzón

 

Desde la promulgación de la Constitución Política del Estado en 2009 y la Ley Educativa “Avelino Siñani – Elizardo Pérez” en 2010, la visión de la educación en Bolivia sufrió cambios trascendentales para aquellas poblaciones que se encontraban marginadas y discriminadas. En tal sentido la Comunidad Sorda inicia desde su historia boliviana una nueva etapa de formación y transformación dentro de su comunidad, enmarcada en la formación escolarizada en todos sus niveles, como también de educación superior.

Es así, que desde hace 13 años de la promulgación de la Ley 070, las personas sordas fueron incluyéndose en diferentes espacios educativos: Educación Regular, Educación Especial, Educación Alternativa y Educación Superior. Todas ellas con el objetivo del ejercicio del derecho a la educación en igualdad de condiciones y oportunidades y la permanencia educativa, eliminando las barreras comunicacionales.

Como se ha descrito, la educación inclusiva, por su interés de romper barreras y abrir puertas, ha permitido escolarizar a las personas sordas en centros educativos de educación pública y de convenio, aspecto que se venía trabajando desde la integración educativa por instituciones de educación especial y regular. Avanzar en el desarrollo de sistemas educativos y de instituciones inclusivas es responsabilidad de todos. Por ello, las acciones que se realizan a partir de una educación inclusiva favorecen cambios en las concepciones, actitudes y prácticas de los distintos actores vinculados a la educación, contribuyendo a la eliminación de barreras al aprendizaje y la participación de los estudiantes, pensando realmente en una educación para todos.

Las personas sordas incluidas en instituciones de Educación Superior, por ejemplo, en las Escuelas Superiores de Formación de Maestros y Maestras (ESFM) a nivel nacional, tienen derecho al acceso a la información y comunicación en su formación profesional a través de la presencia del Docente intérprete de Lengua de Señas Boliviana. Y es que, desde gestiones anteriores, como política inclusiva en el Estado Plurinacional de Bolivia, se estableció que al incluirse una o más personas sordas a una institución de Educación Superior, también se tendrá la presencia del Docente intérprete, quien brindará el servicio de interpretación. Es decir, será el puente comunicacional entre oyentes y sordos, contando con una competencia lingüística y dominio de las dos lenguas (lengua de señas boliviana y el castellano) en sus niveles fonéticos, sintácticos, semánticos y textuales.

La responsabilidad como profesional dentro del proceso inclusivo radica en transmitir correctamente el mensaje, a través de una interpretación simultánea o consecutiva, debiendo interpretar lo explícito y lo implícito, usando la forma más adecuada para que la persona sorda pueda entender de manera correcta, transmitiendo la intención del mismo, debiendo mantener la pureza de las lenguas implicadas.

En ese sentido, personal directivo, administrativo, docente y estudiantes necesitan momentos de capacitación, reflexión, Lengua de Señas Boliviana (L.S.B.), procesos de formación de una persona sorda, etc., para llevar adelante una educación en igualdad de condiciones y oportunidades. Como también la aplicación de estrategias metodológicas que permitan el desarrollo curricular pertinente en su formación profesional, la aplicación de adaptaciones curriculares y de acceso hacia esta población, sin descuidar a los demás.

Pero la inclusión educativa de estudiantes sordos, más allá de fortalecer las prácticas educativas inclusivas, mediante la interacción entre estudiantes sordos y oyentes, permite el conocimiento, profundización y valoración de ambas lenguas, generando un clima de respeto a la diversidad, generando condiciones lingüísticas pertinentes, involucrando a toda la comunidad educativa: plantel administrativo, de servicio, maestras y maestros, estudiantes, para garantizar el desarrollo cognoscitivo, social y afectivo – emocional de los estudiantes Sordos.

La sistematización de experiencias de personas sordas en el contexto educativo de educación superior, permitirá en un futuro cercano lograr una mejor calidad de vida y participación social con base en el reconocimiento de sus diferencias y la potenciación de sus capacidades lingüísticas, cognitivas y humanas, abriendo la puerta en el campo laboral.

Por lo tanto, la inclusión de personas sordas en Educación Superior y la eliminación de barreras comunicacionales a través del servicio de interpretación de la Lengua de Señas Boliviana, generará profesionales de calidad. Los mismos que van a contribuir a la creación de condiciones de vida más dignificantes y equitativas de sus pares y de toda la comunidad Sorda, propiciando un desarrollo de todo su potencial humano y posibilitarles una mejor comprensión de la realidad a través de una inclusión educativa y social más adecuada.

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