Queridos lectores hoy celebramos el artículo número 80 y, qué mejor y emocionante, en esta fecha tan especial para el mundo entero, el reencuentro sobrenatural con nuestros familiares y amigos que ya han partido y dejado este mundo, la celebración de Todos Santos.
En el diverso universo de la gastronomía, hay ingredientes que brillan con luz propia. El ají es uno de esos tesoros culinarios que trascienden fronteras, razas y culturas. Los invito a sumergirse en el mágico mundo del ají, el corazón palpitante de la cocina latinoamericana, y no olviden que el origen mundial del ají es Bolivia.
La cocina boliviana es un festín de tradición, color y sabor. Y en el corazón de esta rica tradición culinaria, encontramos el Ají de Arvejas, un plato que ilumina la mesa en la celebración de Todos Santos. Este plato es una deliciosa muestra de cómo las recetas de nuestros ancestros se entrelazan con ingredientes sencillos, pero apreciados como las arvejas para dar forma a un festín de sabores y emociones.
Las arvejas (Pisum sativum), también conocidas como guisantes o chícharos, son pequeñas perlas verdes cargadas de sabor y nutrición. Originarias del suroeste de Asia, estas legumbres han viajado por todo el mundo y se han adaptado a las cocinas de diferentes culturas. Son una fuente de proteínas, fibra, vitaminas y minerales, lo que las convierte en un alimento esencial en la dieta.
A pesar de su modesto tamaño, las arvejas desempeñan un papel significativo en la gastronomía boliviana. Su suave textura y sabor dulce se integran maravillosamente en una variedad de platos, desde sopas hasta guisos, y, por supuesto, el Ají de Arvejas.
Es un plato tradicionalmente preparado en Bolivia durante la celebración de Todos Santos. En esta festividad, las familias bolivianas se reúnen en los cementerios y casas para rendir homenaje a sus seres queridos fallecidos, y la comida desempeña un papel esencial en este tributo.
Este plato combina las arvejas con ingredientes como ají y hierbas para crear una preparación llena de sabor y color. El ají aporta un toque picante y vigorizante que se mezcla a la perfección con la suavidad de las arvejas y la riqueza del queso.
Este plato es un ejemplo de cómo la gastronomía boliviana une lo antiguo y lo moderno, lo humilde y lo sublime. Al degustar este plato, uno puede sentir la presencia de generaciones pasadas y la continuidad de una cultura que valora la comida como un medio para recordar y celebrar a los seres queridos.
Así que, queridos lectores, los invito a explorar y disfrutar de esta joya de la cocina boliviana. El Ají de Arvejas es más que un simple platillo, es un puente hacia el pasado, una celebración de la vida y una muestra del aprecio de Bolivia por las tradiciones culinarias que han perdurado a lo largo del tiempo.
¡Buen provecho en cada bocado!
AJÍ DE ARVEJAS
Ingredientes:
2 tazas de arvejas frescas
2 cucharas de aceite vegetal
1 cebolla picada
2 dientes de ajo picados
1 tomate picado
1 taza de ají amarillo o ají rojo procesado
1/2 taza de hojas de huacataya (puede reemplazar por cilantro)
Sal y pimienta al gusto
2 tazas de caldo de pollo (puede usar caldo de verduras para una versión vegetariana)
4 u. papas peladas y cortadas en 4
Preparación:
En una olla grande, calentar el aceite a fuego medio. Agregar la cebolla y el ajo, y saltear hasta que estén dorados y fragantes.
Incorporar el tomate y el ají. Cocinar durante unos minutos hasta que el tomate esté suave y los sabores se mezclen.
Agregar las arvejas a la olla y revolver para cubrirlas con la mezcla de cebolla, ajo, tomate y ají. Cocinar durante unos minutos para que las arvejas absorban los sabores.
Verter el caldo de pollo o verduras en la olla y agregar las hojas de huacataya. Si no puede encontrar huacataya, puede sustituirlas con cilantro fresco. Agregar las papas.
Dejar cocinar a fuego medio hasta que las arvejas estén tiernas, pero aún mantengan su textura, aproximadamente 15-25 minutos. Y también esperar que las papas terminen su cocción.
Probar y ajustar la sazón con sal y pimienta al gusto.
Emplatado:
Servir el Ají de Arvejas caliente, acompañado de caya (oca deshidratada) o arroz.
¡Disfruten de este plato boliviano lleno de sabor y tradición en la celebración de Todos Santos o en cualquier ocasión especial que deseen celebrar con el toque mágico de la cocina boliviana!
Queridos lectores hasta la próxima cucharada de sabiduría gastronómica y no olviden que:
“La comida hecha con amor, física, química y biológicamente sabe mejor”
Chef Franz R. Arandia Belmonte
Gastrónomo Profesional e Investigador Gastronómico
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