Cada año el primer jueves de noviembre, el mundo conmemora el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, incluyendo el ciberacoso, una fecha declarada por la UNESCO, con el objetivo de sensibilizar a las personas a nivel mundial acerca del bullying, sus consecuencias y la necesidad de ponerle fin. La violencia escolar en todas sus formas constituye una violación de los derechos a la educación, salud y bienestar de los niños, niñas y adolescentes.
Actualmente, 1 de cada 3 usuarios conectados a internet tiene menos de 18 años, siendo la audiencia de más rápido crecimiento, en un mercado con regulaciones de privacidad diferentes al mercado adulto. En esta era digital, donde la conectividad y la tecnología se han convertido en elementos fundamentales de la vida cotidiana de los menores, la problemática del ciberacoso es un tema de profunda preocupación. Según datos tomados del Insights Portal de Askids, la plataforma de data e insights del segmento U18, señala que el bullying y el acoso virtual es una preocupación importante para el 54% de los niños entre 3 a 5 años en América Latina que se conectan a Internet, cifra que aumenta al 70% para los niños de 6 a 12 años y llega al 65% para los adolescentes de 13 a 18 años.
Es evidente que el acceso a dispositivos móviles y la conexión a internet son parte integral de la realidad de la juventud, con más del 90% de los niños en América Latina que tienen acceso a un dispositivo móvil. Esta situación, si bien brinda oportunidades excepcionales para el aprendizaje, desarrollo y la comunicación, también plantea un desafío significativo en lo que respecta a la convivencia en un entorno, como Internet, que no fue originalmente diseñado con enfoque en niños y adolescentes.
El ciberacoso, o bullying en línea, es una forma insidiosa de violencia que puede tener consecuencias graves y de largo alcance en la vida de los jóvenes. A menudo, esta forma de acoso se presenta a través de mensajes hirientes, amenazas, difamación o la difusión de información privada a través de plataformas digitales. Sus efectos pueden ser devastadores, incluyendo problemas de salud mental, ansiedad, depresión, e incluso en algunos casos, ha llevado a trágicas consecuencias como el suicidio de víctimas de ciberacoso.
Es fundamental recordar que la prevención es la clave para abordar este problema. Las escuelas, las familias y la sociedad en su conjunto deben trabajar juntas para educar a los niños y jóvenes sobre los peligros del ciberacoso, fomentando un entorno en el que el respeto y la empatía sean los pilares de la convivencia digital.
La educación en línea y la alfabetización digital también son herramientas esenciales para empoderar a los niños y jóvenes, ayudándoles a navegar de manera segura en el mundo digital. Los padres, maestros y la sociedad en general desempeñan un papel fundamental al guiarlos en el uso responsable de la tecnología y en la identificación de posibles situaciones de acoso en línea.
El Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela es una oportunidad para reflexionar sobre el impacto del ciberacoso en la vida de los niños y adolescentes, así como para unirnos en la lucha contra esta forma de violencia. Es imperativo que todos los sectores de la sociedad colaboren para proporcionar un entorno seguro y respetuoso en línea. Al hacerlo, no solo estaremos protegiendo su bienestar mental y emocional, sino también promoviendo un aprendizaje más efectivo y una experiencia digital más enriquecedora para las generaciones futuras.
Pablo Durañona, Head de Marketing & PR de Kids Corp