Los pilotos encendieron motores, luego apretaron el acelerador para despedir al “Faraón de las rutas”, Ali Eid Ali, el egipcio boliviano cuyos restos fueron sepultados ayer por la tarde en el cementerio Jardín, sector Tulipanes.
Mientras los bólidos rugían en el cementerio Jardín, los restos de Ali Eid Ali descendían para ser sepultados ante la triste mirada de los amigos y familiares del “morocho de Miraflores”, entre ellos los cinco hijos del gran campeón nacional de automovilismo (Yasser, Shadiah, Alí, Rashid, Faruk).
Ali Abo el Nour Simón fue el que tomó la palabra, en representación de los hijos del legendario campeón.
Ali Junior como se le conoce en el ámbito automovilístico y con la voz entrecortada por la emoción, recordó a su papá, quien le dejó un legado difícil de superar, pero lo asumió con la entereza que también su padre le supo dar en vida.
“Siempre he estado preparado para hablar, pero esta vez confieso que tengo sentimientos encontrados”, exclamó con la voz entrecortada, visiblemente conmovido Ali Junior por el momento, al lado de sus hermanos y su madre, Marinela Simon.
Uno de los más conmovidos fue Nelio Quiñajo, un amigo de la vida de Ali Eid Ali, quien es uno de los mecánicos de Auto Venta Ali Rent a Car, el negocio del cual era su gerente propietario.
Ali Junior prometió seguir el camino que le dejó su padre, al que recordó como el inolvidable “Faraón de las rutas”.
Estuvieron amigos entrañables de Ali, tal el caso de Armando Paravicini y Sergio Kosky, quienes recordaron al gran campeón nacional, quien seguro estará haciendo de las suyas en el cielo, al lado de amigos como Oscar Crespo y Armin Franulic, matizó “Paravico”.
Mientras, Kosky le agradeció por haber sido parte de su vida, como amigo, y en algún momento en el trabajo, donde dijo sin inmutarse que Ali Eid Ali fue un jefe en todo el sentido de la palabra, quien lo guió en la vida y en el trabajo.
Mientras rugían los motores, algunos amigos como el ex dirigente atigrado Alfredo Arnez y el ex político Oscar Eid quienes lo recordaron como el amigo entrañable que hizo feliz no solo a quienes amaban el deporte, sino a quienes tuvieron la suerte de conocerlo.
Los restos del egipcio boliviano ya reposan en el camposanto de la zona sur, el 8 de noviembre falleció en Buenos Aires, luego de luchar por su vida por ocho meses, tras ser intervenido quirúrgicamente del corazón, en Cochabamba en febrero del presente año.
Arnez pidió a los hijos seguir el camino que dejó Ali Eid Ali y agradeció al ya legendario campeón por tanta alegría que le dio a su vida.
«Vivirás por siempre en mi corazón, querido Faraón de las rutas, te amo gracias por todo lo que me diste en vida.» Ali Abo El Nour Simon
EL DIARIO
