martes, julio 23, 2024
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Gustavo Orihuela selló su nombre en el Violín Boliviano

Gustavo Orihuela está de fiesta. Está celebrando 10 años de carrera y creación del elenco Gustavo Orihuela Quartet, proyecto que nació en 2013 con el lanzamiento de su primer disco como solista en el país, denominado “Violín Boliviano”.

Este trabajo fue el comienzo para que Orihuela selle su nombre junto al del violín y rescate este instrumento universal, pero con la capacidad de adecuarse a los sonidos bolivianos y del mundo. Así nacieron cuatro álbumes musicales como solista y decenas de proyectos que lo llevaron por diferentes sitios de Bolivia y alrededor del mundo, siempre acompañado de su violín.

Gustavo es violinista moderno, musicoterapeuta y psicólogo. Su trabajo se basa en recoger la esencia de la música popular boliviana, investigar las envolturas sonoras de culturas desde tierras bajas, valles y altiplano y crear una nueva sonoridad en el violín.  “Cuerdas Alienígenas” 2012, Valencia, España con su banda de gypsy jazz “Le Petit Manouche”, “Bolivian Violin”, 2013, «Terra» 2019 y “Efímera” 2021 con el elenco “Gustavo Orihuela Quartet” fueron los primeros grandes resultados.

Tras experiencias musicales en el extranjero con su banda “Le Petit Manouche”, elenco que despegó el Jazz Manouche en Valencia, España, 2011, Orihuela emprendió un álbum musical como solista en Bolivia con apoyo de sus colegas músicos, siendo este disco, Bolivian violín, un álbum pionero en desarrollar la música popular boliviana y fusiones en jazz en el violín.

Para este consagrado músico nacido en Sucre, capital de Bolivia, celebrar una década siendo el violín boliviano dice que significa “muchas emociones lindas”.

“Son 10 años que nos enriquecen la vida y que están llenos de muchas aventuras que la música nos regaló junto a grandes amigos, hermanos, músicos de Bolivia y del mundo. Un crecimiento en la vida misma que ha sido reflejado en varias producciones musicales, conciertos y estamos celebrando eso, la vida que nos regala la música y los encuentros mágicos que ha generado la música. El hecho de haber creído en una idea que fue el violín boliviano, fue la mejor decisión artística y personal”, resaltó Gustavo en la entrevista que le hizo La Guía.

LG: ¿Qué destacas de esta década de trabajo?

G: Lo que mejor siento es el cariño de nuestros seguidores, un cariño sincero de las personas que nos dieron un impulso desde el inicio y, luego, que haya crecido nuestra comunidad.  La música tiene un poder increíble, algo que no he podido descubrir en ningún otro lenguaje y el hecho de dar conciertos, talleres, viajes y también la musicoterapia, (todo lo que amo hacer) ha generado grandes emociones, buenas, sanas en muchos auditorios, pueblos, ciudades, países. Ese regalo es el mejor, de poder construir diálogos de paz y abrazos culturales con personas interesantes desde la música y la creatividad.

LG: ¿Qué quedó pendiente?

G: Pendiente nada, pienso que el camino es el correcto, el tiempo es el que debe ser, ya que en este tiempo hemos podido llegar a tener grandes logros y reconocimiento por nuestra música y por mantener firmes las ideas creativas o propuestas, sin dejar de lado nuestra personalidad como banda y también como solista. Digo esto porque si bien es mi proyecto de solista, el “Violín Boliviano” siempre ha estado nutrido del diálogo real y sincero con grandes músicos que me han impulsado y han marcado cada etapa de crecimiento. Es muy importante para mí la conexión con mis músicos que son mis hermanos.

LG: ¿A cuál de tus álbumes le tienes más cariño?

G: Cada canción recibe el mismo cariño. Si bien son épocas creativas distintas, cada obra y cada álbum es el resultado de vivencias única. La vida no se repite y, por lo tanto, la música tampoco, siempre evoluciona y siempre perpetua momentos que hayan sido lindos o malos, el arte lo sublima, lo transforma, convierte la expresión en códigos que van más allá de la palabra.   Así mismo me gustaría decir que no solo es el estudio de la música el que uno demuestra, sino demuestra su ser interior.

LG: ¿Qué se viene ahora para Gustavo Orihuela Quartet?

G: Se vienen varios proyectos por grabar. Hemos tenido el lujo de tocar con el gran maestro violinista brasileño Ricardo Herz y su trío, del cual se plasmará el álbum “Violines del Amazonas”. Asimismo, un hermosísimo proyecto con nuestros hermanos de la Saya Afroboliviana Tambor Mayor, con quienes iniciamos un diálogo desde las raíces sonoras afrobolivianas y los lenguajes del jazz. Este proyecto denominado Afrojazz también lo registraremos para perpetuarlo y llegar al mundo. Tengo composiciones e ideas que también entrarán en este nuevo álbum de sonidos del mundo, y que también será coproducido por mi banda, que está conformada por grandes músicos: Luis Daniel Iturralde, Diego Ballón y Ramón Zúñiga.

LG: ¿Cómo resumes estos 10 años de trabajo?

G: Gratitud por el recibimiento de mi música en diferentes corazones y oídos de Bolivia y el mundo.  El trabajo con amor y con muchas pilas tiene sus frutos. Han sido 10 años de un esfuerzo por crecer y por llegar a sentirnos libres, fuertes y felices con nuestra música, siempre llevando nuestras raíces en el corazón y las ideas, con la mirada de generar una idea diferente de disfrutar y entender al violín como un instrumento sinónimo de libertad, que puede jugar en cualquier aire musical boliviano o del mundo y que además puede dialogar en tiempo real con grandes instrumentistas y grandes personas.

LG: ¿Deseas agregar algo?

G: Pueden seguirnos nuestras redes sociales para que nos acompañen en las siguientes fechas de festejo de los 10 años del Violín Boliviano – Gustavo Orihuela Quartet.

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