Tras la emisión de la segunda parte de la entrevista concedida al programa uruguayo Santo y Seña, el narcotraficante Sebastián Marset, mediante un audio, negó haber manejado la posibilidad de entregarse a la justicia, como se especuló en los últimos días, y afirmó que «la mafia de la política es la peor, la más traicionera», haciendo referencia a un supuesto complot en su contra por parte de los gobiernos de los países que lo buscan.
«Quiero dejar claro que nunca hablé de entregarme, eso no está ni estará en negociación, tampoco lo estuvo, solo hablé de mi hermano, mi mujer y mi cuñado», se escuchó en un video difundido por el programa de televisión referido.
Asimismo, calificó a las esferas políticas de los países que lo requieren, como una mafia que hace lo que quiere, desde donde además se articula un supuesto «complot» en su contra.
Afirmando que desea terminar el año tranquilo y en compañía de su familia, Marset adelantó que en 2024 se conocerá si es un ángel o un demonio.
«La mafia de la política es la peor, la más traicionera, pero les dejo claro que no les tengo un poquito de miedo» concluyó el narcotraficante uruguayo, a tiempo de pedir disculpas a Paraguay por el vuelo de sus helicópteros.
De forma previa a este anuncio, Marset había señalado ser un hombre de fe que teme a Dios y se desvinculó de todas las acusaciones que se le hace a nivel internacional, afirmando que su figura no puede estar ligada al perfil de un narcotraficante de series de televisión. «Me catalogan de muchas cosas, pero no tiene por qué el negocio ir de la mano de matar, de poner bombas y de explotar, no tiene sentido. Hay sí, en algunas series ha habido personas así, pero no tiene por qué ser igual», refirió.
Siete días atrás, el narcotraficante uruguayo había confirmado que fue alertado en el operativo de captura que se realizó en Santa Cruz y dejó entrever que durante esa acción policial «se quedaron» con dinero de su residencia. «Me avisaron, agarré dos valijas y me fui», dijo.
Además, consultado sobre las pertenencias y dinero que no pudo sacar a tiempo de huir del lugar, dejó entrever que los policías «se quedaron para ellos», así como un monto de 100 mil dólares que no logró explicar si eran suyos o parte de una «recompensa» por su captura.
Insistiendo en que el titular del Ministerio de Gobierno boliviano está involucrado en hechos de corrupción, Marset instó a la autoridad a aclarar todos los hechos en torno a su escape del operativo dispuesto para su captura, «La verdad, que la cuente Del Castillo», expresó.