viernes, julio 26, 2024
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Habría que estar prevenidos

Los pobres eran, hace 35 años, un tema preocupante. Gobiernos y organismos internacionales se movilizaron, entonces, en busca de paliativos, para mitigar los efectos desastrosos que recaían sobre ellos. Ciertamente, se ensanchaba la brecha que separaba a los que poseían, con los que no poseían. La desigualdad social fue latente en Bolivia, bajo regímenes tanto autoritarios como democráticos.
La pobreza, “evita que miles de millones de personas tengan niveles de vida siquiera mínimamente aceptables”, aseguró, en septiembre de 1988, en Berlín, el presidente del Banco Mundial, Barber Conable. (1).
Situación que no ha cambiado mucho. Es que ahora, por la sequía y la quema de bosques en el país, se advierte un futuro poco prometedor, a pesar de que dicen lo contrario quienes detentan el Poder. Estamos cerca del desastre.
Dichos problemas, unos propios del cambio climático y otros provocados por manos criminales, ocasionarán mayor pobreza, mayor migración del campo a la ciudad. Mayor frustración entre la juventud del agro. Menos empleo, mayores necesidades.
Los pobres tenderán a multiplicarse. Es que la producción agrícola, en particular, se verá seriamente reducida, en algunas regiones del país, por los incendios provocados. “Lo que hemos vivido ha sido un suicidio colectivo, nos estamos matando a nosotros mismos. Han muerto como seis millones de animales. Ahora se nos viene una crisis alimentaria terrible, porque necesitamos de todos ellos para sobrevivir”, señaló la cofundadora del refugio de animales silvestres Senda Verde, Vicky Ossio (2). Ya no habrá opción para que algunos sectores sobrevivan, como antes de la devastación referida.
El cambio climático intimida al mundo. Y la quema de bosques, en Bolivia, ha arrasado con todos los vestigios de la naturaleza y, por ende, de la vida humana. Las cosas tienden a agudizarse. El gobierno de Hernando Siles, recordemos, promulgó una Ley determinando la arborización obligatoria del altiplano, que sería fomentada por el Estado. “Señalando – asimismo – premios para los que tengan más de mil árboles, y prohibiendo derribar ningún árbol sin antes haber plantado 5 bajo pena pecuniaria” (3). Pero ahora se destruye todo.
Es imperativo, en el caso nuestro, que la iniciativa privada y la pública, renueven y estrechen vínculos, para generar empleo, lo antes posible, a fin que se haga realidad el bienestar social. Es que no sabemos, a ciencia cierta, qué nos deparará el venidero. Posiblemente sea lo más desfavorable. Habría que estar prevenidos.
En suma: la prédica de la lucha contra la pobreza, no alcanzó los objetivos que buscaba. Tuvo resonancia, pero poca objetividad. No solo acá, sino en el mundo.

NOTAS
(1) Lester R. Brown: “El Estado del Mundo 1989”. Talleres Edigraf S. A., Buenos Aires – Argentina, diciembre de 1989. Pág. 268.
(2) “Alertan que habrá una crisis alimentaria complicada por pérdida de biodiversidad”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 26 de noviembre de 2023.
(3) Ley N° 73, de febrero 3, de 1926.

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