sábado, septiembre 28, 2024
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Es un peligro la fuga de mano de obra nacional

Es sabido que solo los países con producción industrial minera, agrícola y otras se proyectan como los que ocupan la vanguardia de las naciones modernas. Esos países producen riqueza, que es el valor que crean sus trabajadores. Ese principio vale también para Bolivia, pero no se cumple debido a la existencia de subvenciones, bonos, jubilaciones, vacaciones, etc., por lo que se tiende a ganar dinero sin trabajar. Al respecto, recurramos a datos numéricos, aunque aproximados por falta de estadísticas oficiales y particulares. Sin embargo, por referencias empíricas es posible acercarse a esa realidad y obtener algunas conclusiones que, además, podrían explicar el estado de crisis económica por el que atraviesa el país.
La pregunta es ¿quiénes trabajan y producen en Bolivia? Podrían contestar en mejor forma especialistas en economía demográfica, en actividad laboral, etc. En primer lugar, se sabe que en el país hay 200 mil y más jubilados, de los que un porcentaje ya no puede trabajar, por razones de salud, particularmente, pero otro, pudiendo hacerlo, se limita a consumir, salvo excepciones. A esos desocupados se suma la enorme burocracia que pasa de los 500 mil empleados públicos, que tampoco crean valor. Por si fuese poco, el Estado Plurinacional tiene que atender a alrededor de 30 mil efectivos militares, de los cuales varios gozan de salarios regulares y elevados, pero pocos se dedican a producir riqueza. Sus labores, se dice, están dirigidas a defender la integridad nacional y el funcionamiento del Estado. A ellos se agregan unos 35 mil policías, con lo que se hace un total de cerca de un millón de personas que solo consumen y no producen.
Por otro lado, jóvenes que llenan las 30 o más universidades del país y llegan a alrededor de 400 mil, no tienen suficiente educación para producir, sino para actividades burocráticas, siempre que puedan conseguir empleo en la administración estatal, ya que el número de empresas privadas se reduce por varios factores, como la falta de apoyo y la competencia desleal.
Ese panorama empeora porque miles de campesinos han salido a las ciudades o al exterior del país, donde encuentran trabajo y adquieren tierra para cultivarla y así enriquecer a otros estados. Estos migrantes podrían llegar a la cantidad de 500 mil. Grupos de trabajadores bolivianos han emigrado a países como España, Argentina, Chile, EEUU, Israel, Australia, etc. Sin contar otros casos, el número de bolivianos en edad de producir riqueza para engrandecer su país, puede pasar de los tres millones que, en caso de un censo, podrían hacer subir la población de Bolivia a unos 15 millones de habitantes.
Por ello preocupa que hayan dejado su tierra natal y estén dedicados a engrandecer con su trabajo a otras naciones y, además, ya no tengan intención de retornar a Bolivia, porque aquí no tienen garantías para trabajar y sobrevivir. Finalmente, se puede decir que millones de compatriotas, con capacidad de producir, han fugado de Bolivia, en busca de mejores condiciones de vida.

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