Crece escasez de agua en la región andina

Desde hace algunos años la escasez de agua en las ciudades y campos de la región andina del país ha ido aumentando paulatinamente, hasta producirse este año una sequía notable que, por un lado, ha determinado que la agricultura se paralice en el medio rural y difícilmente pueda abastecer con alimentos a las ciudades.
Según un informe de estadísticas meteorológicas, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a agosto de 2023, en ciudades capitales y El Alto, del año 2018 a 2022, hubo un 28% menos de milímetros de lluvia en el territorio nacional. Tal situación tiende a empeorar en el futuro inmediato, lo cual revela la gravedad del problema que, inclusive podría acentuarse en 2024. Todavía más, los signos meteorológicos muestran que el próximo año, la crisis de agua podría ser aún mayor e inclusive afectar a regiones orientales.
Pero, de acuerdo con apreciaciones de medios oficiales, la sequía que se registra actualmente (que está en pleno desarrollo) se debería al cambio global del clima y factores momentáneos que no tardarán en pasar y “no hay de qué preocuparse”. Es una actitud liberal de dejar hacer y dejar pasar, que podría ser de fatales consecuencias, si la falta de agua sigue con el mismo ritmo y velocidad de años anteriores.
De otro lado, el organismo encargado de analizar el clima se limita a hacer pronósticos poco confiables y a ofrecer datos superficiales y, en cambio, no publica los datos meteorológicos sobre precipitación pluvial, humedad del tiempo, sequedad del aire, ni aconseja las medidas que deberían adoptar los agricultores y no solo los ciudadanos.
Este año, por ejemplo, ya se pronosticó la sequía, pero esa entidad reaccionó tardíamente, dejando pasar la primera etapa del año agrícola sin informar a los campesinos que la falta de lluvia iba a ser de gravedad y con efectos lamentables, no solamente para la población agraria, sino también para las ciudades, donde ahora sus habitantes se ven obligados a alimentarse con productos de contrabando, en espera de que el gobierno nacional adopte las medidas del caso.
Es necesario resaltar que, la sequía en la región andina boliviana es extrema, como en ningún otro país vecino. Los indicios del problema permiten considerar que la tragedia que viven el altiplano y valles de Bolivia se debería a la política agraria del gobierno del MAS, establecida en la Constitución Política en vigencia. Finalmente, se espera que no haya escasez de agua en la región oriental del país, tomando en cuenta los gigantescos incendios forestales recientes, ya que desde esa región ahora salen numerosos alimentos para los mercados de consumo del país.