jueves, julio 4, 2024
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Teoría de la triangulación magnética

El Gran Paitití, El Dorado, la Atlántida perdida, el ombligo magnético del mundo o simplemente la civilización sagrada amazónica, se encuentra en Bolivia.

Como Director del Centro de Investigación y Desarrollo Profesional CINDEPRO, planteo esta nueva teoría denominada “Triangulación magnética”, por investigación basada en los últimos descubrimientos científicos arqueológicos en Bolivia y en otras zonas veneradas de Sudamérica, considerando el magnetismo terrestre y la civilización milenaria asentada en la Amazonia boliviana, interconectada estructural y culturalmente con el centro astrológico de Tiwanaku (Puma Punku), en la zona andina de Bolivia. Y con los principales centros astrológicos ubicados en las montañas peruanas y otros lugares ancestrales del Brasil, donde los sabios habitantes del pasado proyectaron lugares magnéticos, creando una admirable formación triangular entre estos asentamientos sagrados, en infinita comunión con nuestro planeta.

Estos espacios contrastados por lugares sagrados con estructuras míticas, definidos con corriente de energía terrenal, sitúan puntos que forman triángulos invertidos, que los antepasados erigieron y demarcaron, mostrando lo científico y sofisticados que eran. Sitios medibles a través del triángulo de Waclac Sierpinski, figura geométrica que estudió este famoso matemático polaco, que forma un fractal que parte inicialmente de un triángulo equilátero, con un patrón que consiste en generar triángulos a partir de los puntos medios del triángulo original, siguiendo infinitamente este proceso. Utilizado en el “Juego del Caos” de Michael Barnsley, el que crea un fractal con un proceso aleatorio, que da como resultado el triángulo de Sierpinski, en el que se demuestra que todo está conformado en forma de fractal a través de infinitos triángulos invertidos.

Las cosas no ocurren por azar, sino que todo responde a unas matemáticas ocultas; decía Nicola Tesla: “Si se entendiera la magnificencia de los números 3, 6 y 9, se tendría la llave para comprender los secretos del universo”. El 3, 6 y 9, son números fractales que nos guían a descifrar en un polígono triangular invertido, los secretos de los símbolos milenarios ocultos que de manera encriptada e intrigante se encuentran matemáticamente en todo el universo. Develándose en la presente teoría, que los triángulos invertidos apuntan al norte magnético, que es el sur geográfico de la tierra, debido a que la tierra es un gran imán, con características magnéticas que fueron estudiadas y utilizadas por el hombre desde tiempos remotos. Este estudio milenario que ahora es revelado por las ubicaciones geográficas descubiertas y los estudios modernos de Sierpinski y Nicola Tesla, muestran la influencia que ejerce el campo magnético de la tierra sobre todos los organismos vivientes (humanos, animales y vegetales), cuya principal fuente de energía se origina en el magnetismo terrestre.

Los antepasados, proyectaron estos sitios sagrados magnéticos intangibles, creando una admirable formación triangular en asentamientos con estructuras piramidales, en monumentales emporios, con amplias calzadas, geoglifos, acuaglifos, rutas hídricas y terrestres, lagunas y camellones que erigieron con brillante sabiduría y sofisticación. El arqueólogo y explorador Percy Fawcett, el antropólogo Michael Heckenberger, el paleontólogo Alceu Ranzi, los arqueólogos Ondemar Dias y Heiko Prumers, el investigador boliviano David Antelo y muchos otros, han buscado en los sitios correctos, explorando y estudiando la Amazonia, zona que se configura matemática y geográficamente como la cuna del Gran Paitití. La Amazonia boliviana aguarda a los modernos exploradores e investigadores nacionales e internacionales que se aventuren en la búsqueda de El Dorado, y logren inmortalizar, estudiando las magníficas construcciones y los misterios asombrosos que esperan por ser descubiertos.

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