Rubén Patzi Condori
La separación de una pareja de esposos, por distintos motivos, afecta principalmente a los hijos, los cuales pueden verse con problemas de orden emocional, social y familiar. En Bolivia, la familia es considerada el núcleo central de la sociedad, por lo tanto, cumple un rol preponderante en la formación de niñas y niños bolivianos, a nivel emocional, cognitivo, ético moral, etc. Pero en la actualidad este papel se ve interrumpido por divorcios de parejas, por lo que sus consecuencias, como maestros las vemos en las unidades educativas de nuestro medio.
Según reportes del Serecí, en la gestión 2016, de 50.666 matrimonios, 17.973 se divorciaron, lo que significa un 34% del total de matrimonios. La separación es considerada una experiencia muy estresante para la pareja, sin embargo, afecta más a los hijos, causando daños psicológicos, emocionales y sociales, que se ven reflejados en su vida y principalmente en la escuela.
Para hacer una investigación sobre los divorcios y sus consecuencias en los escolares, se tomó como instrumento un cuestionario aplicado a 140 niños de 7 a 11 años en la Unidad Educativa Cristiana Bethesda, con las preguntas; ¿con quién vives?, ¿tus papás están divorciados?, ¿tu papá tiene otra pareja?, ¿tu mamá tiene otra pareja?, ¿ambos tienen otras parejas?
También se aplicó un cuestionario a 12 maestras de aula con las preguntas: ¿cuál es el rendimiento de los alumnos de padres divorciados?, ¿muestran algún tipo de problema de conducta?
De los resultados obtenidos podemos inferir que la mayoría de los estudiantes vive con ambos padres, pero un porcentaje vive solo con el papá o la mamá, por divorcio. Y según los resultados del cuestionario, las maestras piensan que los estudiantes con padres divorciados tienen un rendimiento escolar bajo, en mayor porcentaje.
Muchos de los niños encuestados consideran que el divorcio de sus padres influye de manera negativa en su rendimiento escolar, otro porcentaje manifiesta problemas emocionales y de conducta. Sin embargo, es necesario mencionar que en esta nota no son tomadas otras variantes relacionadas con los padres de familia y su forma de afrontar la separación sin afectar a sus hijos. Pero debemos recalcar también que una mínima cantidad de niños no tiene afectación por la separación der sus padres, lo que se puede deber a un buen entorno familiar, a la presencia de abuelos, etc.
Según estadísticas del INE y el Serecí, la tasa de divorcios aumenta cada año, lo que es preocupante para las familias y especialmente para los niños. Después del divorcio resultan afectados los niños a nivel emocional, social, y su conducta necesita atención especial. El divorcio de los padres implica en los menores un desequilibrio emocional que debe ser tratado por especialistas.
Los maestros tienen un rol fundamental para motivar y mediar con las familias para que el niño pueda sobrellevar la situación de divorcio. Las defensorías deberían priorizar la atención a los niños con padres divorciados, para su adaptación en las unidades educativas.
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