Miguel Ángel Pablo Hidalgo Chávez
Se necesita fortalecer la función policial en las fronteras para controlar al crimen organizado, tanto a nivel nacional como internacional. La modernización policial en el control de zonas fronterizas debe ser parte de un proceso más amplio, para una mayor cooperación entre entidades como la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), Comunidad de Policías de América (Ameripol), Agencia de la UE para la cooperación policial, Europol, Reunión de Altos Mandos Policiales (Rampol), en países como Perú, Argentina, Brasil, Chile, Paraguay.
Al ser fluido el tráfico de personas y de comercio en fronteras, resulta difícil colocar barreras para impedir su paso. Por la globalización, se requiere hoy un sistema de cooperación y coordinación con países limítrofes, mediante convenios bilaterales sobre temas de seguridad, contra delitos transnacionales como narcotráfico, trata de personas y tráfico de armas. Así lograremos un control más eficaz en las fronteras, por lo que es necesario fortalecer el control policial, a fin de garantizar la seguridad interna y el bienestar de la población.
Se requiere una Jefatura Nacional de Fronteras, a fin de articular los convenios bilaterales con policías de países vecinos, con un modelo organizacional de fronteras, una estructura nueva donde encajen aspectos como: misión, objetivos, responsabilidades y funciones. Tomando en cuenta las amenazas latentes del crimen organizado. Se requiere un modelo organizativo actualizado, considerando la globalización.
A las organizaciones criminales les interesa usar los espacios existentes en cruces de fronteras. Utilizan los pasos legalmente autorizados o los cruces no autorizados, para tráfico de drogas, armas y personas, de migrantes ilegales.
Cabe agregar que la “teoría de los mercados” establece lo siguiente: “Que la demanda de los mercados legales insertos en una economía globalizada también abre el espacio para la incorporación de organizaciones que atiendan las demandas de los mercados considerados ilegítimos, que la misma globalización genera (narcotráfico, tráfico de armas, trata y tráfico de persona, tráfico ilegal de migrantes y otros)”. Esta teoría plantea además que a medida que los mercados legales van creciendo, también la demanda de los mercados ilegales va creciendo, lo que es promovido por el crimen organizado, siendo las zonas fronterizas apetecibles para su cometido.
A través de esta teoría y la de globalización, se ha logrado fundamentar el incremento del crimen organizado y su presencia en las fronteras. Ante esta situación, surge como respuesta una tercera teoría, la “teoría de las fronteras post modernista”, basada en un contexto de integración y cooperación para afrontar la problemática, por lo que la policía tiene un rol muy importante, por la función que cumple y por la facilidad de poder articular su trabajo con las policías de todo el mundo, frente a una amenaza cada vez mayor, como es el crimen organizado.