Recientes estudios institucionales dan cuenta que el tipo de cambio fijo, la burocracia, altos tributos y una industrialización poco desarrollada fomentan el contrabando en el país, factores que afectan a ciertos sectores con más fuerza, pero en general provoca una competencia desigual con la producción nacional.
El Centro Boliviano de Economía (Cebec) de la Cámara Nacional de Industria, Comercio y Turismo de Santa Cruz (Cainco), sostiene que el contrabando mueve más de 3.000 millones de dólares al año, en promedio, pues otras apreciaciones del sector empresarial mencionan una cifra de 3.500 millones.
Asimismo, señala que el tipo de cambio fijo ha provocado que la importación de productos ilegales sea más barato, y por consiguiente, la producción nacional no puede competir en precio; y se suma la carga tributaria, que enfrenta la industria nacional.
La burocracia es otro factor que desalienta la formalización, según el economista Gonzalo Chávez, expresado en sus redes sociales.
Esa percepción no es ajena a la preocupación de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), que dentro sus pedidos está la desburocratización, un trabajo conjunto entre el sector público y privado.
Por otro lado, el economista y exdirector del BCB, Gabriel Espinoza, sostiene que la reducción de impuestos promueve más competitividad de la producción nacional en el mercado externo.