Luego de registrarse las recientes muertes de los reclutas Edwin Veizaga, en el Regimiento de Infantería 14 Florida en Santa Cruz, y Óscar Márquez, en la Base Naval de Puerto Villarroel en Cochabamba, el abogado y militar en retiro voluntario de las Fuerzas Armadas, Omar Durán, afirmó que el servicio militar ya no debe ser obligatorio y el premilitar genera “cobros irregulares”.
Asimismo, debido a las recientes y constantes denuncias por torturas contra soldados y premilitares al interior de las unidades militares, el servicio militar no debe ser obligatorio, para evitar que los familiares sean víctimas de “cobros irregulares”.
“Esto afecta no sólo al conscripto, sino a la sociedad. Ya no es necesario que el servicio militar sea obligatorio. Hoy en día hasta el servicio premilitar se ha convertido en una olla para sonsacar económicamente a las familias”, dijo Durán a Red Uno.
El jurista explicó que de todos los casos vistos en su carrera de más de 10 años, sólo el 10% ha conseguido sentencia ejecutoriada, mientras que las demás denuncias no culminan, porque los familiares de las víctimas reciben montos elevados de dinero para abandonar los procesos.
60 SOLDADOS MUERTOS EN 13 AÑOS
“De 10 casos, sólo uno tiene sentencia y los otros nueve casos son retirados, porque la familia de los soldados muertos reciben dinero”, agregó.
Entre 2010 y 2023, al menos 60 conscriptos murieron en cuarteles del país mientras realizaban ejercicios forzados, por armas y agresiones físicas, según reportes de prensa e informes de autoridades de Estado.
Regular la ley de
servicio militar
Para el analista legal, implementar una nueva ley que prohíba las torturas al interior de un regimiento militar es innecesario que la conducta de los postulantes provoque la muerte de los soldados y premilitares.
“De todos los casos que han maltratado, la mayoría son subtenientes, tenientes, sargentos y ellos están en la edad comprendida entre los 20 y 30 años, esa es la edad maltratadora. Se debe garantizar que los que ingresen no sean un peligro”, enfatizó Durán.
PREMILITAR MUERTO EN COCHABAMBA
El 11 de noviembre, Narda J. acompañó a su hijo, Óscar Márquez de 16 años, hasta una parada de bus en Ivirgarzama en la que, junto a un grupo de premilitares, fue trasladado hasta la base naval de Puerto Villarroel, en el Trópico de Cochabamba. Nunca pensó el trágico desenlace que sufriría su familia por la negligencia de los militares.
“Los médicos al final han concluido que mi hijo ha sufrido un ‘golpe de calor’ que le ha generado una inflamación general en todos sus órganos. Me dijeron: Tu hijo no ha tenido una muerte natural, sino que ha sido provocado, porque los militares saben que esto ocurre con ellos y no han actuado de la forma correcta, tampoco lo han auxiliado de la forma correcta ni han tomado las previsiones necesarias con el clima para que tu hijo no llegue a ese extremo”, sostuvo Narda en entrevista a EL DIARIO.