El Presupuesto del Estado Plurinacional 2023 contemplaba un crecimiento del PIB en 4,8%. Los organismos internacionales prevén que podría ser el 2%.
La coincidencia de varios factores, entre internos y externos, se traduce en una desaceleración de nuestra economía. Como ejemplo podemos citar la paulatina reducción de las reservas internacionales, el déficit comercial debido en parte a la considerable reducción de las exportaciones de gas natural, y el también cada vez mayor endeudamiento del sector público, tanto externo como interno.
Luego de registrar en 2020 un crecimiento negativo del PIB, de -8%, debido a la pandemia del Covid-19, gracias al rebote de la economía al año siguiente nuestro PIB creció en 6,11%, pero en 2022 bajamos al 3,48%.
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, en su mensaje de fin de año, destacó que la menor disponibilidad de dólares, los rumores y especulaciones persistentes, y algunos problemas en la comercialización de diésel, ocasionaron intranquilidad e incertidumbre en la ciudadanía. Asimismo, informes internacionales negativos y el cierre de un importante banco generaron un ambiente de preocupación y desconfianza creciente entre los agentes económicos.
La CEPB recuerda que, durante la presente gestión, una mayoría de las empresas necesitaron extremar esfuerzos para asegurar su estabilidad, mantener la planilla de empleos, garantizar la provisión de bienes y servicios, e invertir cuando les fue posible hacerlo. Del mismo modo, el sector productivo tuvo que soportar los efectos del cambio climático, los bloqueos de carreteras y el contrabando.
Esto es una muestra de que la economía tiene problemas y desafíos. Y, si no actuamos con oportunidad, algunos pueden sobrepasarnos, con consecuencias que preferimos no imaginar.
Es importante destacar la fortaleza del sector financiero, que tiene más de 40.000 millones de dólares de activos y el sistema Integral de Pensiones tiene 25.000 millones de dólares, pero también se debe evitar la especulación y la desconfianza.
Un hecho importante fue la incorporación de Bolivia como socio pleno de Mercosur, lo cual es un aspecto positivo para el comercio exterior. Coincidimos con la Confederación de Empresarios Privados sobre la apertura de espacios de diálogo entre el Gobierno y el sector privado nacional, demostrando que sí actuamos con decisión y unidad, pues existen oportunidades y medios para enfrentar los desafíos e impulsar el crecimiento.
Es necesario y oportuno remarcar que los empresarios recomendamos al Gobierno austeridad e impulsar el crecimiento con todos los medios posibles.
Jaime Azcarrunz, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), sostuvo: “tenemos que reducir el gasto público, y buscar que haya las condiciones adecuadas en el país para recibir inversión extranjera”.
Los empresarios del país seguiremos apostando por la inversión y para encarar los problemas actuales debemos profundizar las relaciones entre el Gobierno y el sector privado, y así marchar en una misma dirección.
Estamos convencidos de que el país necesita el compromiso de todos los bolivianos para encontrar soluciones oportunas, equilibradas y sostenibles. Esperamos que a lo largo del año 2024, gobierno y empresarios podamos trabajar juntos, lejos del radicalismo, el pesimismo o el exitismo extremos y, sobre todo, la falta de coordinación y consensos en el sector político.
La CEPB dijo de manera clara que estamos conscientes que, en momentos complejos, el Gobierno necesita actuar con firmeza y determinación, pero aún en esas circunstancias debe hacerlo en el marco de los derechos y garantías constitucionales y priorizando la protección de las fuentes laborales, la inversión privada y la estabilidad de la economía.
El ministro Franklin Molina afirmó que se analiza una nueva ley del litio, que permita atraer nuevas inversiones privadas. Si queremos que el litio sea la fuente que sustituya los ingresos que dejamos de percibir por la reducción de las exportaciones de gas, es necesario que se aceleren los cambios para atraer la inversión privada extranjera hacia la industrialización del litio.
El presidente Luis Arce, en su mensaje por las fiestas de la Navidad, aludió a «obstáculos tanto externos como internos» que se han afrontado en el último año. «Algunos de ellos ya los estamos superando», y los otros «los superaremos progresivamente», para lo que llamó a la unión por «una Bolivia con mayores oportunidades».
Los empresarios siempre estaremos del lado de la legalidad, la generación y sostenimiento del empleo, las propuestas constructivas y la suma de esfuerzos. Vamos a continuar con esa filosofía por encima de los problemas y las diferencias, porque es el único camino que asegura el crecimiento, el desarrollo y el bienestar con justicia, equidad y libertad.
El autor es Economista, licenciado en la UMSA, doctorado Ph.D. en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador de Argentina, Académico de Número de la ABCE y presidente del Directorio de la UREAL.