Almirante (SP) Jorge Botello Monje
En septiembre pasado, se publicó que un funcionario de gobierno habría señalado que Bolivia planteó a Chile: la apertura de un paso por el hito 60 de la frontera, para establecer la “ruta del litio”, porque esta vía se conecta directamente con Iquique, y “es una demanda de los pobladores de la región”.
Dada la importancia de este tema, para dicha elección debieran ser considerados varios aspectos, como:
1.- Los estados compiten entre sí no solo en el ámbito económico, también en el geopolítico, y tratan de alcanzar sus objetivos nacionales. Por tanto, ciertas decisiones deben ser adoptadas en un nivel estratégico, visualizando más allá de las aparentes ventajas de una ruta.
2.- Augusto Pinochet dice en su “Geopolítica de Chile”: “La estrategia en íntima relación con la geopolítica, establece la forma cómo deben actuar los diferentes poderes del Estado, no solo con la fuerza de las armas, sino con medios económicos, políticos, diplomáticos, etc.”. A la luz de las experiencias, nace la sospecha de que, en ese país, son seguidas las orientaciones de Pinochet, para entorpecer el desarrollo boliviano.
Esta duda surge a partir del flujo de Chile hacia Bolivia, de una considerable cantidad de contrabando, que perjudica a la industria y a la creación de empleo en el país. La Cámara Nacional de Industrias señala que el Estado pierde más de 900 millones de dólares al año; ciertamente no es la zona chilena la única por la que se cuela este ilegal negocio, otras aportan su parte al ilícito. A esto hay que sumar el ingreso de autos robados y “chutos”, que no pagan ningún tributo, se benefician del combustible subvencionado y deterioran el medio ambiente.
Se puede argumentar que ese tránsito ilegal es difícil de controlar, esto es evidente, sin embargo, la captura de funcionarios bolivianos que habrían ingresado a Chile, durante operaciones contra el contrabando, muestra el alto grado de vigilancia que ejerce sobre su frontera. Ante esa circunstancia cabe preguntarse: ¿están las autoridades chilenas haciendo suficiente esfuerzo para evitar la salida del contrabando y los vehículos robados y “chutos” de su territorio?, ¿Son las prioridades bolivianas, las últimas para Chile?
3.- Hubo problemas recurrentes que llevaron, repetidamente, a plantear el desvío de la carga boliviana hacia puertos peruanos, y al mayor uso de la Hidrovía Paraguay – Paraná. Evitando la actual perjudicial dependencia, fijar la “ruta del litio” por Chile aumentaría esa conflictividad.
4.- Chile es uno de los principales productores de litio y exportarlo por su territorio es condicionar, más aún, la economía boliviana a sus decisiones, exponiendo nuestro recurso a la competencia del suyo, con riesgos evidentes de perjuicio.
5.- Un nueva vía directa a Iquique, se convertiría en otra entrada de contrabando.
A la luz de estos puntos, la decisión comentada no parece recomendable, en todo caso las opciones debieran ser estudiadas anteponiendo los intereses del Estado.