Los tiempos cambian, solo quedan recuerdos. Y llegamos, en consecuencia, al año 2024, con caídas y levantadas, con bloqueos y movilizaciones, con vulneración a los derechos humanos y el encarcelamiento de quienes piensan diferente. Y no sabemos qué nos depara el futuro. Entre tanto, la intolerancia y la incomprensión, de ciertos sectores, rondan como amenaza para la seguridad ciudadana y la paz social.
Los tiempos cambian, remarcando a su paso hechos y dichos de la clase política. Dejándonos una incertidumbre, en materia económica. También con escasez de dólares y combustibles. Tomando nota de los logros y frustraciones, de los avances y retrocesos, promovidos por quienes asumieron, coyunturalmente, el Poder, en democracia. Éstos, con algunas excepciones, se enriquecieron, en nombre de los pobres, de los discriminados y marginados. Con un discurso antineoliberal y antinorteamericano. Azuzando a los que fueron olvidados, según ellos, no solo en la colonia, sino en la Republica. Y sobrevino el Estado Plurinacional, lo mismo o peor que los anteriores sistemas.
Los tiempos cambian, dejándonos resultados catastróficos, como el agotamiento del GAS. “Entre 1974 a 1999 –recordemos– fue un período de siembra de hidrocarburos y a partir de 2002, 2003, 2015 fue de cosecha, pero durante este último periodo no hubo siembra. No hubo siembra, nada que cosechar, por tanto, estamos comiendo todo lo que se sembró en el pasado” (1). En esa misma línea, se inscribe la deuda externa. “Desde el 2007 hasta la actualidad, la deuda externa se ha multiplicado por más de 6 veces, llegando a 13.408 millones de dólares a septiembre de 2023”, según la Fundación Milenio (2). Asimismo, las cooperativas auríferas, con capitales peruanos, chinos, chilenos y colombianos, se han propuesto lotear el territorio patrio, en desmedro del bien común. El contrabando, “pone en peligro más de 600 mil puestos formales en el sector de la industria nacional” (3).
Los tiempos cambian, reflejando los elevados índices de la pobreza y del desempleo. El crecimiento del comercio informal. Los actos de inseguridad jurídica y ciudadana. La manipulación de la justicia boliviana, por intereses sectarios y espurios. Tomando nota de las necesidades básicas e inmediatas de las personas de escasos recursos económicos. Enfocando los temas de la austeridad, que se imponen ante la ausencia de las vacas gordas. Los desmanes cometidos, en los gobiernos populistas. Los afanes de perpetuarse en el Poder.
En suma: los tiempos cambian y los problemas quedan, desgraciadamente.
NOTAS
(1) “Eliminar subvención a combustibles requerirá de una política consensuada”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 4 de diciembre de 2023.
(2) “Contexto económico internacional afectará a Bolivia, Gobierno aumentará deuda interna”. EL DIARIO, 8 de diciembre de 2023.
(3) “Economía cierra con subida de deuda, escasez de dólares, alta informalidad y déficit comercial”. EL DIARIO, 17 de diciembre de 2023.