Los Estados que conforman la Unión Europea (UE) acordaron ayer, a nivel de embajadores, un mandato parcial de negociación sobre la ayuda de 50.000 millones de euros para Ucrania, aunque dejarán la decisión final y algunas modalidades pendientes en manos de los líderes, que se reunirán en una cumbre extraordinaria el próximo 1 de febrero.
El hecho de que este mandato, que permitirá al Consejo iniciar negociaciones con el Parlamento cuando los líderes acuerden su postura, sea «parcial» significa que el marco general del instrumento fue acordado, pero las cifras y algunas modalidades quedan pendientes de la decisión de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, según explicó fuentes diplomáticas.
Además de la ayuda a Ucrania, los embajadores acordaron también el marco de la Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa (STEP, por sus siglas en inglés), que busca promover la competitividad a largo plazo de la UE en industrias ‘limpias’.
Estos mandatos permitirán a la presidencia belga del Consejo iniciar debates interinstitucionales con el Parlamento Europeo, con el fin de proceder «lo más rápidamente posible» cuando se llegue a un acuerdo a nivel de dirigentes.
Estos dos instrumentos formarán parte del paquete de revisión del Marco Financiero Plurianual de la UE, sobre el que se perfila el presupuesto comunitario a largo plazo para el periodo 2024-2027, aunque el veto del primero ministro húngaro, Viktor Orbán, impidió el acuerdo al respecto en la pasada cumbre del 15 de diciembre.
El bloqueo de Budapest obligó a aplazar la negociación, y con ello, la confirmación del apoyo económico a Kiev, hasta la próxima reunión de febrero, aunque varios jefes de Estado y de Gobierno se mostraron optimistas de cara a lograr un pacto.
También se pronunció al respecto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien señaló el pasado 5 de enero que el Ejecutivo comunitario presentará soluciones operativas a los líderes europeos para garantizar un acuerdo sobre la ayuda de 50.000 millones de euros para Ucrania.
«La prioridad es un acuerdo a Veintisiete, pero tenemos que prepararnos para otros escenarios», afirmó Von der Leyen en la rueda de prensa que marcó el inicio oficial de la presidencia belga del Consejo tras el semestre español, aunque evitó concretar detalles sobre cuáles serán esas medidas «operativas».
Sin embargo, Orbán se aventuró a dar por hecho que Bruselas propondrá sacar la ayuda financiera a Ucrania del paquete negociador de la revisión del presupuesto, como pide Hungría, lo que considera una buena decisión.
«Es bueno ver que la Comisión está preparando un plan B para el 1 de febrero, según el cual la ayuda financiera concedida a Ucrania podría gestionarse al margen del presupuesto de la UE. ¡Es una buena decisión! ¡El plan B de la Comisión es el plan A húngaro!», celebró el primer ministro húngaro en la red social X.
De este modo, aunque la prioridad de los líderes será tratar de convencer a Hungría para lograr un apoyo unánime a Ucrania, Orbán insistió en que no tiene previsto levantar su veto, por lo que una de las posibles soluciones que barajará el resto de países podría ser un mecanismo financiero que puedan activar los 26 al margen de Budapest, a fin de garantizar que la UE mantiene su apoyo económico a Kiev. (Europa Press)