El ministro, Iván Lima, señaló que las sentencias constitucionales son la última palabra del Estado, definitivas, vinculantes y no admiten ningún recurso ulterior.
Cuestionando las recientes declaraciones del ministro de Justicia, Iván Lima, sobre el cumplimiento obligatorio de las sentencias constitucionales, el diputado por Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Alarcón, puntualizó que la Constitución Política del Estado (CPE) está por encima del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) y acusó a la autoridad de haberse convertido en el mejor defensor de magistrados prorrogados ilegalmente en sus cargos.
Desde sus redes sociales, el asambleísta rechazó las declaraciones vertidas por la autoridad de Gobierno, asegurando que se trata defender y justificar el actuar de los magistrados que ejercen funciones de forma irregular y pretenden que sus determinaciones estén por encima de las leyes vigentes.
“El Ministro de Justicia actúa como el mejor defensor privado de los magistrados usurpadores. Su argumento absurdo que todas las decisiones del TCP deben cumplirse. Si decide el TCP la esclavitud, pena de muerte o Arce emperador vitalicio, ¿deben cumplirse?”, cuestionó Alarcón.
En ese contexto, el legislador de oposición puntualizó que lo expresado en el texto constitucional son reglas de cumplimiento prioritario y no se puede pretender que una determinación que vulnera estas disposiciones sea obligatoria en su acatamiento.
“La CPE está por encima del TCP y no al revés, si en delito flagrante como la autoprórroga en la Declaración 049, el TCP viola y subvierte la CPE, esa declaración inicua no hay que cumplirla, hay que obedecer y cumplir la Constitución”, expresó.
El viernes, Iván Lima indicó que la fuente principal del Derecho es la Constitución y una fuente fundamental es la jurisprudencia de la Corte Interamericana y del Tribunal Constitucional, el Artículo 203 dispone que las sentencias constitucionales son la última palabra del Estado, son definitivas, causan Estado, son vinculantes y no admiten ningún recurso ulterior.
“Son la última palabra de un Estado, es el que apaga la luz. Y esto es lo que está ocurriendo en el mundo, cuando las altas cortes hablan, cuando los jueces de la máxima instancias de un país, es la palabra final”, dijo.
