jueves, julio 4, 2024
InicioSeccionesOpiniónAusteridad del Gobierno no reducirá el gasto corriente ni el déficit fiscal

Austeridad del Gobierno no reducirá el gasto corriente ni el déficit fiscal

Willy Marcos Chipana Mamani

Un dicho popular menciona lo siguiente: “Mal de muchos, consuelo de tontos”. Estas palabras se aplican a la instructiva de austeridad instruida por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP) a todas las entidades del Órgano Ejecutivo para que reduzcan el gasto corriente.
La determinación emitida por el MEFP indica que las instituciones públicas deben racionalizar y reducir sus gastos destinados a pasajes, celulares, viáticos, publicidad, vehículos, servicios de imprenta y en bienes con el objetivo de precautelar la estabilidad financiera. Empero, en el fondo, la gestión del presidente Luis Arce, busca reducir el déficit fiscal.
La intención gubernamental parece ser buena, pero no es la solución al elevado déficit fiscal que en 2022 alcanzó el 7,2% y que para este 2024 se proyecta el 7,8%, según el Presupuesto General del Estado (PGE-2024). En 2022, el déficit alcanzó al menos a $us 3.168 millones (Bs 22.049 millones al tipo de cambio de Bs 6.96) con relación al Producto Interno Bruto (PIB) de $us 44.000 millones, que fue señalado por el Ministerio de Planificación del Desarrollo.
En este sentido, la buena voluntad del gobierno no tendrá un impacto en las arcas del Estado porque lo único que se desea hacer es cerrar un hoyo para abrir otro, debido a que no apunta al tema de los sueldos y salarios o al número de empleados que dependen del erario nacional. Para reducir el déficit fiscal es importante una rebaja sustancial en los salarios de los ministros, viceministros, directores nacionales, jefes de área, ejecutivos de entidades descentralizadas y el cierre de las empresas estatales deficitarias.
La reducción que busca lograr el gobierno no tendrá éxito, debido al aumento salarial que deberá disponer para esta gestión, el cual podría no beneficiar a los servidores públicos porque la actitud gubernamental muestra que busca reducir el déficit porque hay una merma en las arcas del Estado, debido a las políticas económicas aplicadas de forma errónea.
Además, si el precio del barril de petróleo se incrementa en el mercado WTI (West Texas Intermediate) por encima de los $us 79,1 causará un aumento en el déficit fiscal porque el Estado gastará más recursos para importar gasolina y diésel, debido a que la producción interna de líquidos no es suficiente para atender la demanda nacional.
El déficit fiscal es la diferencia entre los ingresos y los gastos públicos a causa de un gasto público excesivo, disminución de los ingresos fiscales o la aplicación de políticas fiscales ineficientes.
La solución de fondo al problema del déficit fiscal radica en la aplicación de políticas económicas estructurales que deban salir de un acuerdo público-privado para alcanzar una mayor producción, empleo seguro y salarios dignos. La atracción de la inversión externa y nacional, el apoyo al turismo con incentivos tributarios, la búsqueda de nuevos mercados en el exterior, la eliminación de las obstrucciones para las exportaciones y la implementación de tecnología de última generación en el sector de la agricultura de forma integral son medidas urgentes que se deben implementar.
La única forma de bajar el déficit fiscal y aumentar las reservas internacionales y contar con dólares para atender las necesidades de las familias es mediante el aumento de la productividad. La realización de reuniones entre autoridades gubernamentales y sectores productivos de una región y no con el conjunto de los involucrados no resuelve el problema de fondo.

El autor es periodista.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES