En su obra «La sociedad del cansancio», el filósofo surcoreano Byung-Chul Han aborda temas relacionados con la cultura contemporánea, la sociedad, y la influencia de la tecnología en nuestras vidas. Presenta una perspicaz crítica a la naturaleza de la sociedad contemporánea, argumentando que estamos viviendo en una era caracterizada por la sobre-exigencia y la fatiga. Este análisis invita a la reflexión sobre cómo la dinámica social, la tecnología y la cultura han convergido para crear un entorno donde la presión constante ha generado consecuencias significativas en la salud mental y en la calidad de vida. Sostiene que vivimos en una sociedad del rendimiento, donde la presión constante para rendir y ser productivos puede llevar al agotamiento. La obsesión por la eficiencia y la productividad puede generar una sensación de cansancio generalizado.
Byung-Chul Han, sustenta que la sociedad contemporánea, a diferencia de la sociedad disciplinaria descrita por Michel Foucault, no impone sus demandas a través de prohibiciones externas, sino que opera mediante la producción de demandas internas. En lugar de ser reprimidos por fuerzas externas, los individuos se auto-exigen constantemente (amo y esclavo a la vez), creando un estado de agotamiento psicológico generalizado.
Desde la perspectiva de Han, este cansancio no solo se manifiesta en el ámbito individual, sino que también se expande a nivel social. La búsqueda constante de la eficiencia, el rendimiento y el éxito ha generado una cultura que valora la productividad sin pausas, contribuyendo así a la alienación y a una sensación constante de insatisfacción.
El impacto de la tecnología en esta sociedad del cansancio es un aspecto que Han explora detenidamente, analiza cómo la híper-conexión a través de dispositivos tecnológicos puede generar fatiga y estrés. La constante y la necesidad de estar conectados pueden contribuir al agotamiento emocional. Aunque la tecnología ha mejorado en muchos aspectos nuestras vidas, también ha contribuido a una conexión constante que borra las fronteras entre trabajo y vida personal. Las redes sociales y la comunicación digital constante, no obstante que aparentemente conectan a las personas, pueden intensificar la sensación de agobio y competencia constante.
La individualización extrema, según Han, puede llevar a una mayor presión sobre el individuo para cumplir con las expectativas sociales. La necesidad de destacar y ser exitoso en todos los aspectos puede generar una sensación de cansancio constante.
La ausencia de tiempo libre auténtico, no dedicado a la producción o al rendimiento, es otro aspecto que Han destaca. La falta de tiempo para la reflexión y el ocio genuino puede contribuir a la fatiga mental.
Es importante tener en cuenta que las observaciones sobre la sociedad contemporánea pueden ser aplicadas en mayor o menor medida en diversas regiones. Unos países industrializados y desarrollados suelen exhibir ciertas características de la sociedad del cansancio. Mencionemos algunos ejemplos.
Japón: Ha sido señalado como un país donde la cultura del trabajo es intensa, con largas jornadas laborales y una alta presión para destacar y rendir en el trabajo. Este entorno ha llevado a problemas de agotamiento y estrés, y se ha asociado con fenómenos como el «karoshi», que se refiere a la muerte por exceso de trabajo.
Estados Unidos: La cultura del trabajo, especialmente en ciertos sectores y ciudades, puede ser intensa. La competencia, la disponibilidad constante gracias a la tecnología y la presión para alcanzar el éxito pueden contribuir a un sentido generalizado de cansancio.
Corea del Sur: Ha experimentado una rápida industrialización y modernización, lo que ha llevado a una sociedad altamente competitiva y orientada hacia el rendimiento. La presión académica y laboral a menudo se asocia con altos niveles de estrés y fatiga.
China: Su rápido crecimiento económico ha llevado a una sociedad altamente competitiva y enfocada en el trabajo. En ciertos sectores y ciudades, los empleados pueden enfrentar largas jornadas laborales y altas expectativas de rendimiento.
Asimismo, algunos países implementaron políticas que buscan contrarrestar ciertas tendencias. Por ejemplo, países nórdicos como Dinamarca y Noruega han sido elogiados por sus políticas de bienestar, que incluyen jornadas laborales más cortas, mayores períodos de vacaciones y una cultura que valora el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Estas políticas podrían considerarse excepciones parciales a cualesquiera de las características de la sociedad del cansancio descritas por Byung-Chul Han
Es importante tener en cuenta que las características de la sociedad del cansancio pueden variar, incluso dentro de un mismo país, y hay excepciones en cada lugar. Además, las percepciones individuales y la experiencia de la sociedad del cansancio pueden depender de diversos factores, como la industria, la región y la cultura laboral específica.
El autor es politólogo-abogado y docente universitario.
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