A dos meses y pocos días de realizarse el Censo Nacional de Población y Vivienda 2024 existe la gran pregunta en relación al tema de la auto identificación étnica en Bolivia de: ¿qué pasará con el porcentaje de la población que se autoidentifica con alguna nación y pueblo indígena originario campesino o afroboliviano? Tomando en cuenta que en el censo 2001, el 62% de la población boliviana mayor de 15 años se autoidentificó como de origen indígena u originario. Pero posteriormente en el censo 2012, solo el 41% de los bolivianos (21% menos en relación al censo 2001) dijo pertenecer a un pueblo originario indígena (2,4 millones en tierras altas y 178 mil en tierras bajas, aproximadamente). Siendo que diferentes estudios identifican un descenso en la pertenencia étnica en los últimos años por los procesos de migración y expulsión de la población rural a los centros urbanos, por la pérdida de la identidad étnica en los jóvenes de origen indígena que viven en los centros urbanos, por la movilidad social de los jóvenes de ascendencia indígena, y por el uso equivocado del concepto de lo mestizo frente a la identidad indígena en los medios de comunicación.
Cabe preguntar cómo se están preparando en términos logísticos para el 23 de marzo, fecha en que se realizará el Censo 2024, los diferentes gobiernos autónomos indígenas del país, tales como Charagua Iyambae y Kereimba Iyambae de Santa Cruz, Uru Chipaya y Salinas de Oruro, Raqaypampa de Cochabamba, Jatun Ayllu Yura de Potosí y el Territorio Indígena Multiétnico TIM de Beni. Así como también las autoridades orgánicas de los 242 territorios indígenas titulados en calidad de propiedad colectiva que tienen una extensión aproximada de 24 millones de hectáreas, de los cuales 184 se ubican en tierras altas y 58 en tierras bajas: ¿tienen sus censistas capacitados?, ¿conocen el contenido de la boleta censal? ¿entienden el idioma originario del territorio?, ¿conocen todas las comunidades del territorio?
Otra pregunta a realizar es cómo responderán los habitantes de algunos territorios indígenas del país a la pregunta 32 de la boleta censal que menciona: ¿Se autoidentifica con alguna nación pueblo indígena originario campesino o afro boliviano? Donde las opciones son “sí” y “no”; y en el caso de responder “sí”, se debe especificar, en el casillero que está en blanco con el nombre de la nación o pueblo indígena. Por ejemplo, en el caso de los habitantes del territorio indígena de Lomerio de Santa Cruz, que se identifican como parte de la nación Monkoxi, pero que también se identifican como parte del pueblo Chiquitano: ¿responderán en el casillero blanco que se autoidentifican como Monkoxi o como Chiquitano o en todo caso como Chiquitano Monkoxi? O como pasa en el caso de los habitantes de Totora Marka en Oruro, que se identifican como parte de la nación Jach´a Karangas pero que también se identifican como parte del pueblo Aymara, ¿responderán en el casillero blanco que se autoidentifican como Jach´a Karangas o como Aymara o en todo caso como Aymara Jach´a Karangas? En los casos mencionados, tanto los habitantes y las autoridades orgánicas deben discutir y definir cómo se autoidentificarán en términos de nación y pueblo en el día del censo.
Asimismo, revisando la pregunta 36 de la boleta censal, que dice: ¿Dónde vive habitualmente? Y las opciones para responder son “aquí en el municipio”, “en otro municipio” y “en otro país”; donde no existe la opción de vivir en un Gobierno Autónomo Indígena, lo que es un vacío en la boleta censal para las personas que viven en la jurisdicción de un gobierno autónomo indígena vigente en el país, que no tiene esa opción de respuesta en la boleta, solo la opción de vivir en la jurisdicción de un municipio; cabe preguntar aquí por qué la Coordinadora Nacional de Autonomías Indígena Originario Campesinas (CONAIOC), no reclamó ante esta situación en el momento de la aprobación de la boleta censal. Pero más allá de eso, esto muestra que el Instituto Nacional de Estadística (INE) no tomó en cuenta la división administrativa de los Gobiernos Autónomos Indígenas en la bolea censal y solo los municipios; siendo por ejemplo que desde el 2017 existen las autonomías indígenas, como es el caso de Charagua Iyambae, el mismo que ya no es un municipio; sucediendo lo mismo en el caso de las otras autonomías indígenas vigentes en el país.
También conviene preguntar qué pasará en el Censo 2024 con los pueblos indígenas en alta vulnerabilidad que se encuentran en La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Beni, Pando y Tarija, tales como el Pacahuara, Sirionó, Ese Ejja, Chácobo, Cavineño, Yaminahua, Machineri, Ayoreo, Moré, Canichana, Cayubaba, Baure, Weenhayek, Tapiete, Mosetén, Araona y Yuqui. Así también qué pasará con pueblos seminómadas, por ejemplo, como el caso del pueblo T’simane que vive en la Amazonia boliviana en las provincias Ballivián y Yacuma del departamento del Beni y las provincias Sud Yungas y Franz Tamayo en el departamento de La Paz. ¿Cómo se realizará el censo en estos pueblos, como el T’simane?, ¿cómo están coordinando sus autoridades y organizaciones matrices?, para que los resultados del censo visibilicen la situación real que viven estos pueblos y naciones en el país.
En suma, más allá de las preguntas que nos podemos realizar en relación al tema de la autoidentificación étnica, será de vital importancia que el INE, los diferentes niveles gobierno y las organizaciones matrices de los pueblos indígenas, trabajen de manera coordinada en la socialización de la importancia de la auto identificación étnica en los diferentes medios de comunicación y en la logística de la realización del día del censo para constatar y visibilizar de la manera más objetiva posible el tejido social del Estado Plurinacional en Bolivia.
El autor es Investigador del CEJIS.