miércoles, noviembre 27, 2024
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Pasa todo y nada

David Foronda H.

“Nuevamente los bloqueos en Bolivia; dicen que ya murió una persona porque no pudo volver a Santa Cruz, en otros lados eso es un crimen que está penado por ley; no puede ser que se siga imponiendo la barbarie en el país por motivos politiqueros, y qué más podemos decir frente a esta situación que ya se parece a una maldición”, deploran muchos ciudadanos, ya hastiados de soportar tales hechos que se dan con cierta frecuencia en la nación. Motivos les sobran para pensar de ese modo, pues la política, también denominada politiquería, tiene a mal traer, con cierta recurrencia, a la familia boliviana, hecho que ya espanta a la generalidad.
Algunos creen que se trata de un mal de siempre, y otros enfatizan que “el pueblo no tiene memoria”, pues le suceden situaciones tan adversas que le impiden tener una vida tranquila, pero impávidamente ya no recuerda aquellos malos ratos. Muchos siguen con su rutina de siempre, quizá esperando, en lo más hondo de su mente y corazón, que todo pase algún día, como si se hubiese tratado de un mal sueño, y que al final se logrará la unidad y progreso, como reza nuestra moneda: la unión es la fuerza.
Al parecer, como expresó Víctor Paz Estenssoro, líder político ya fallecido: “en Bolivia pasa todo, y nada pasa”, minimizando así cada problema que le surgía por entonces, algo que virtualmente le daba buen resultado en todo momento. No en vano llegó a ser presidente de Bolivia en cuatro oportunidades. “Bolivia se nos muere”, dijo en su última gestión e impuso el DS 21.060 el 29-agosto-1985, que señala: se ha establecido la nueva política económica cuyo objetivo inmediato es detener la hiperinflación, disminuir el déficit fiscal y sentar las bases de reactivación productiva indispensables para retomar la dinámica del desarrollo económico y social del país. Ello determinó despedir a 20 mil mineros, entre otras acciones económico-financieras, criticadas y aplaudidas. Reconocen que Paz es artífice de dos revoluciones, la de 1952 y la de 1985 que transformaron a Bolivia.
Da la impresión que en semanas precedentes similares medidas son aplicadas en otros países, como Argentina, donde Luis Caputo, Ministro de Economía, dijo: esta política tendrá un impacto negativo “muy fuerte” sobre la economía en los próximos meses, pero es para salvar el país. Algunas son: los funcionarios con menos de un año de antigüedad serán despedidos. Se suspende la pauta publicitaria del gobierno nacional por un año. Reducción del número de ministerios, secretarías y subsecretarías. Se disminuye la subvención a la gasolina y la electricidad. Se aumenta en un 50% la Tarjeta Alimentar. El dólar oficial pasa a valer 800 pesos. ¿Y se les muere Cuba?, pues han elevado el precio de los carburantes en un 500%. En 2024 aplica un duro plan de “ajuste” y con alza en servicios de energía, agua, gas, y el fin del subsidio universal en alimentos. De veras que en Bolivia y el mundo pasa todo y nada pasa, o “Bolivia y el mundo se nos mueren”.

www.dafohe.com

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