Tras conocerse de estudios internacionales que posicionan a Bolivia como el tercer país más corrupto en la región, el expresidente Carlos Mesa Gisbert, señaló que esa calificación es el legado de los 18 años del Movimiento al Socialismo (MAS) en el poder, donde el envilecimiento del proceso político iniciado en 2006 derivó en una corrupción sistemática, situación que debe revertirse en el futuro.
En declaraciones a medios de prensa, el exmandatario y líder de la principal fuerza de oposición en el Parlamento, sostuvo que los informes sobre niveles de corrupción en el país son solo la constatación de un hecho que todos los bolivianos conocen y viven a diario.
Mesa indicó que, se trata de los resultados tras 18 años de prebendas, toma de la propiedad pública y decenas de casos por corrupción que quedaron en la impunidad.
“El proceso político iniciado el 2006 se ha envilecido, se ha degradado, se ha llevado adelante a través de la prebenda, los favores y la corrupción sistemática. Ese informe exige un cambio radical de 180 grados en la actitud de control feudal del país y del Estado como si fuera una hacienda”, dijo.
Reiterando que se trata del legado de Evo Morales y Luis Arce, que el país deberá revertir en el futuro, Mesa sostuvo que esta calificación es una vergüenza para Bolivia, sin embargo, “no es otra cosa que la constatación de la realidad”
El martes, un estudio sobre el “Índice de Percepción de la Corrupción”, presentado por Transparencia Internacional, posicionó a Bolivia como el tercer país más corrupto de Sudamérica, detrás de Venezuela y Paraguay.