La caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Banco Central de Bolivia (BCB), la escasez de dólares, de combustibles y el alza desmedida de los precios de los alimentos, situación que viene desde la pasada gestión, sumado la creciente deuda externa, muestran un panorama complicado para el país y los indicadores señalan que la crisis se agudiza, lo cual el Gobierno se niega aceptar. El especialista en temas económicos, Antonio Saravia, anunció que la economía nacional está al borde de la cornisa.
Los gremialistas de El Alto informaron que compran la moneda estadounidense en 9 bolivianos y en las fronteras el precio aun es mayor y las casas de cambio la moneda norteamericana se encuentra a Bs 8.05.
Al respecto, el experto en finanzas, Mauricio Ríos, escribió en su cuenta de twitter que la moneda nacional perdió terreno, alrededor de 21%.
En su cuenta de twitter, Antonio Saravia, señala que el dólar llegará a 10 bolivianos durante Carnaval. “No hay gasolina. El Gobierno no tiene un peso, no reduce el gasto, sigue emitiendo y monetizando déficits (la crecida de M1 desde enero del 2023 es brutal) y las RIN siguen cayendo. Nos vamos a dar de narices contra una profunda crisis”.
Esta situación por la que ahora está atravesando el país se asemeja a lo que sucedió en Argentina durante el gobierno de Alberto Fernández, cuando comenzó a faltar dólares y se generó una inflación alarmante.
El presidente del colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, indicó que la situación económica que presenta el país es por el gasto público excesivo, situación que se mantiene a pesar de la caída de los ingresos.
La situación económica actual no es producto de la coyuntura, sino de un proceso relacionado con el modelo del Gobierno, con un elevado gasto público, que el mismo fundamenta un crecimiento económico, pero ha decaído el ingreso por venta de gas natural, declinación de precios y la baja producción gasífera, según Romero.
Las exportaciones de gas cayeron en más de 800 millones de dólares a noviembre de 2023, pero también declinó la compra de combustibles, que puede explicar la escasez que hay en el mercado nacional, debido a la falta de dólares, según economistas.
Al respecto de los combustibles, en especial de la gasolina, en redes sociales circulan quejas de la ciudadanía sobre la calidad de este carburante, que deja mucho que desear, debido a que no tiene el octanaje necesario, lo que deteriora en gran medida los motores de vehículos.
Asimismo, el precio de los alimentos sube y escasean en el mercado nacional, como el pollo que prácticamente desapareció inclusive de los supermercados y si se encuentra en algún lugar, el kilo se vende hasta en Bs 21.
Este estado de cosas se complica con los bloqueos promovidos por partidarios del Movimiento al Socialismo (MAS) del ala “evista”.
El comercio también registra cifras negativas y a noviembre presentó un déficit de 410 millones de dólares, debido a la caída de las ventas de materias primas, como el gas y minerales.
Mientras tanto, la deuda externa boliviana llega al 78.8% del Producto Interno Bruto (PIB). El Gobierno no reconoce la deuda del sector público financiero, o sea la deuda que tienen las empresas estatales con el Banco Central. Esta deuda está registrada en el Tesoro General de la Nación (TGN). El pretexto para no aceptarla sería la doble contabilidad.
Entre tanto, organismos internacionales señalan que Bolivia tiene una deuda pública de 80% respecto al PIB. La situación empieza a empeorar con los más de 800 millones de dólares en créditos que el gobierno de Luis Arce envió a la Asamblea para su aprobación.
“Se termina el ciclo del Estado centralista y tranca con la escasez de dólares, combustibles (que no es por los bloqueos) y productos de la canasta familiar que empiezan a subir, MAS un gobierno en crisis. La solución son los emprendedores, la gente y no en el Estado centralista”, escribió el Senador Rodrigo Paz en su cuenta de twitter @Rodrigo_PazP.
Mientras tanto, el economista, Napoleón Pacheco, en su cuenta de twitter señala: Arce de gran cajero, sostenía que Bolivia ya no extendía la mano pidiendo limosna. Luego afirmó que había un blindaje: Bolivia enfrenta dos bloqueos: el congreso que impide la llegada de crédito y el de camino que genera pérdidas, dice el ministro Montenegro.
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