Identifican asesinos de la madre e hija desaparecidas

Tres personas fueron aprehendidas por el asesinato de María Lindaura Vega (64) y su hija, Miranda Tejada (22), cuyos cuerpos fueron encontrados ayer en horas de la tarde en una fosa en Viacha, informó el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo.
El autor intelectual y principal perpetrador del hecho fue identificado como Gabriel E. Montalvo, quien era el inquilino de la vivienda en la que habitaban las víctimas. El sujeto habría planificado el asesinato desde octubre de 2023 y los móviles fueron económicos, detalló el ministro en conferencia de prensa.
Asimismo se aprehendió a un albañil, Wilfredo S., quien confesó haber sido coautor material de los crímenes, y a su hermano, José Luis S., por coadyuvar en los hechos que inicialmente estaban planificados para ejecutarse el sábado 3 de febrero.
De acuerdo a informes de la autoridad, el anticresista había contraído una deuda de 51 mil dólares por un anticrético con la madre, quien era inversionista. La deuda llevaba 10 años, motivo que lo habría impulsado a quitar la vida de la mujer para quedarse con la propiedad.
Del Castillo también explicó que el hombre ofreció una suma de 3.500 dólares al albañil para que colabore con el macabro hecho, quien habría aceptado prestarse al delito.
La causa de muerte preliminar es asfixia mecánica por estrangulamiento en ambas víctimas. La madre fue asesinada primero y luego la hija fue llamada hacia el exterior de la vivienda; cuando se asomó, los autores procedieron a quitarle la vida de la misma forma, informó.
Cerca de las 22:00 horas del domingo, los cuerpos fueron trasladados desde el lugar del hecho en bolsas de yute. El hermano del albañil, por su parte, habría colaborado sirviendo de vigía durante el transporte y confiscando los celulares de ambas víctimas.
La madre y la hija fueron enterradas esa noche cerca del distrito 3 del municipio de Viacha. El propio albañil identificó el lugar donde cavó la fosa, señaló la autoridad.
Adicionalmente, los criminales estamparon las huellas digitales de ambas víctimas en hojas en blanco, presumiblemente para realizar movimientos financieros a su antojo.
El ministro remarcó que se pediría la pena máxima de 30 años para los asesinos confesos y que se aseguraría que no puedan ser liberados.