Preocupada por los recientes casos de sicariato, registrados en el municipio de San Ignacio de Velasco, la diputada nacional por la agrupación Creemos, María René Álvarez, aseguró que estos hechos derivan de la falta de control fronterizo y migratorio por parte del Gobierno y aquello se constituye en una forma de protección al crimen organizado.
Durante una entrevista radial, la diputada representante de la región Chiquitana recordó que son varios años en los que se pide al Gobierno mayor resguardo en las fronteras, porque se ha evidenciado la presencia de personas que se dedican a actividades delictivas, mismas que residen y transitan entre Bolivia y Brasil.
“Estas personas están dentro del territorio nacional, viven, construyen sus viviendas, realizan sus actividades con normalidad, porque de por medio vemos que hay una complicidad y protección de las autoridades en el control migratorio, que no se realiza de forma efectiva en nuestros municipios”, expresó.
Álvarez remarcó la contradicción narrativa del Gobierno, porque primero niega la presencia del crimen organizado en Bolivia, pero cuando se presentan estos hechos de sangre reconoce que son casos de ajustes de cuentas entre los carteles de narcotráfico, sobre todo entre bandas criminales del vecino país.
La diputada electa por esta región, deploró que la violencia esté manchando la imagen del municipio de San Ignacio, caracterizado por su gran riqueza cultural barroca y católica, y que también desde la provincia Velasco, se perfila en un polo emergente para el desarrollo del país.
En ese sentido, exigió que las autoridades llamadas a hacer control en los municipios fronterizos activen todos los mecanismos de protección a la población, pues actualmente existe un estado de indefensión y ni siquiera se cuenta con el suficiente personal policial en los municipios fronterizos con Brasil.
Entre el domingo y el martes de carnaval se registró la muerte del súbdito brasileño Leonardo Gómez dos Santos y el boliviano Roberto Carlos Maturana, ambos acribillados por sujetos armados que se aproximaron desde vehículos, que luego se dieron a la fuga.