Los octavos de final de la Champions Legue se terminaron de abrir con una de las series más atractivas de la competición europea. Luego del duelo que animaron el Atlético de Madrid y el Inter de Milán frente a Leipzibg que terminó Alemania, el Barcelona se presentó en el Diego Armando Maradona del sur de Italia para medir sus fuerzas con el Nápoli, un choque que la temporada pasada se dio en la Europa League.
A pesar del intenso apoyo del público local, el combinado catalán fue el que intentó imponer condiciones. Y la mayor parte del peligro lo generaba con las intervenciones de Lamine Yamal por el sector derecho de la ofensiva. La visión de Ilkay Gündogan y la presencia de Robert Lewandowski eras otros argumentos que preocupaban a Alexski eras otros argumentos que preocupaban a Alex Meret.
El elenco de Xavi tuvo el dominio, pero careció de profundidad para lastimar a una línea ofensiva que se mostraba mezquina planteada por Francesco Calzona, a pesar de contar con figuras de la talla de Víctor Osimhen o Khvicha Kvaratskhelia. Más allá de las intensiones de cada uno, los protagonistas se fueron al descanso con el marcador en blanco.
El gol del Blaugrana llegó de los pies del histórico artillero polaco que no para batir marcas en todos los estadios que recorre por el Viejo Continente. Con una muestra de autoridad y categoría, Lewandowski se adueñó de la pelota luego de una gran asistencia de Pedri, improvisó un giro letal para sacarse de encima a su marca y definió con un disparo rasante que dejó sin posibilidades a Meret : 1 a 0.
Cuando parecía que el triunfo se iba a ir hacia la Ciudad Condal, la potencia de Víctor Osimhen le permitió al conjunto italiano reaccionar a tiempo.
El nigeriano apeló a su notable físico para deshacerse de Iñigo Martínez y tocar hacia el palo más lejano de Marc-André ter Stegen. Una conquista que provocó un aluvión en las gradas y alimentó la esperanza de seguir en el certamen más codiciado del continente. Con la igualdad establecida en el sur de Italia, la serie se resolverá en España. Y el que resulte eliminado deberá afrontar lo que resta de la temporada sin objetivos de conquistas. Después de la revancha uno seguirá su camino hacia la fase de los ocho mejores y para el otro no habrá mañana. La propuesta ya está establecida.
En otro partido del torneo, disputado en el estadio do Dragao el Porto superó al Arsenal por 1-0. (INFOBAE)