jueves, septiembre 5, 2024
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La gesta libertaria del 21F

Jhonny Vargas

Hace 8 años Bolivia vivió una gesta libertaria y se inició la lucha por parte de ciudadanos y periodistas en defensa de la Democracia y la libertad de expresión, cuando mediante un referéndum Bolivia dijo NO a las pretensiones dictatoriales de un político que actúo a partir de sus instintos, sin pensar en las consecuencias. Evo Morales nunca analizó los efectos de sus actuaciones ante el pueblo y jamás se preocupó por su decisión de no aceptar los resultados. A partir de ese hecho la percepción generalizada de los bolivianos sobre los políticos, es que son corruptos y mentirosos, más interesados en promover sus intereses particulares, que los intereses de la bolivianidad. El entorno en que se mueven estos líderes políticos tradicionales, facilita las acciones y las actividades ilegales, inmorales y poco éticas.

Hoy, mis queridos lectores, no es fácil reclutar gente inteligente, honesta y bien preparada para cargos de elección publica, pues ahora los lideres jurásicos, continúan monopolizando el ambiente político para las elecciones generales del año 2025. Pero sobre el hecho en particular, ¿cuáles lecciones debemos aprender del 21F para el futuro? Lo resumiré en 7 principios de la psicología del poder. Todas ellas son reflexiones crudas y frías de lo que sucedió el 21F.

1) Si hay algo en común entre los seres humanos y más entre los que buscan el poder, es que en ninguno de ellos se puede confiar, pues cada quien tendrá su ambición personal, como la angurria de poder desmedida por parte del ex mandatario Morales, que será siempre la que mueva sus decisiones en el futuro. Por eso en política siempre hay que desconfiar de la gente que actúa con base en su interés.

2) Todos tenemos ideas falsas, respecto a nosotros mismos y a los demás, el ex mandatario creía sus propias mentiras y creía en la gente que apoyaba sus pretensiones de eternizarse en el poder. Sin esos delirios de poder, ellos no podían concebir la política de manera diferente, se engañaron ellos mismos. Todos tenemos delirios, hay que saber controlarlos.

3) El ex mandatario hizo caso omiso a la voluntad general del soberano, una vez adquirido el poder lo corrompió absolutamente. El poder lo ejerció de manera soberbia. Jamás tuvo sentido de la responsabilidad. El poder conlleva responsabilidad, pero él solo obedeció a su propio interés y lo elevó a un grado muy peligroso de delirio de poder. Por eso la gente el 21F desafió al abuso de poder y la corrupción. El poder debe ser desafiado, es un ciclo inevitable.

4) Otra lección que podemos aprender del 21F, es que las alianzas entre las plataformas políticas, siempre fueron solo eso. En política, como dice el refrán, “sus aliados no son sus amigos”. Todas las alianzas son temporales, la confianza es una ilusión y resulta muy peligroso confundir a los aliados con los amigos. Por eso la “oposición política” en Bolivia, con el paso del tiempo se volvió frágil y propensa a ser comprada por el oficialismo. Entre las mismas alianzas se traicionaron.

5) La congruencia es poder, pero el ex mandatario Morales y su gobierno nos demostraron ser los más incongruentes del mundo. Morales nos dijo que, si el resultado del 21F no le era favorable, “se iba para su chaco a velar sus intereses”, pero esto jamás sucedió. Al contrario, contra viento y marea llevó adelante su incongruencia. Pero ser congruente, en especial en condiciones de gran tensión, es ser poderoso. La incapacidad para expresarse es una debilidad y la incongruencia en política resulta en humillación y derrota electoral, pero como en Bolivia vivimos la era del fraude electoral, ni se presentan a un debate presidencial.

6) La fortuna favorece al sabio, no al insensato. La decisión por parte del MAS de negar el resultado del referéndum del 21F, fue el error político más grande de este partido político. Negar la voluntad popular significó un antes y un después en la política boliviana. Un resultado electoral no puede ser negado. Este hecho político fue decisivo en la crisis política del 2019 y en el futuro inclinará la balanza a favor de las fuerzas democráticas. Con esa mala elección en la toma de decisiones, el MAS se condenó políticamente y volvió cometer el mismo error en la selección de la gente que rodea los intereses políticos del Movimiento al Socialismo.

7) La arrogancia es indicio de una derrota inminente. Actuar con soberbia es el peor error del político. Por ello es necesario someterse a los principios del poder, que se basan en el otorgamiento del poder por los demás. Eso no lo comprende el ex mandatario Morales, por eso el rechazo contundente a sus pretensiones de re-re-reelección como candidato a la presidencia del país. El poder exige sumisión al soberano y quien no comprende esta dialéctica, está completamente perdido.

Si los políticos fueran realmente pragmáticos e hicieran lo que realmente favorece su auténtico interés, serían mucho más limpios, positivos, orientados hacia los temas que importan. No son los aspectos prácticos los que impulsan al partidismo, ya que de por sí es una enfermedad el abuso de poder y la corrupción, la negatividad y la mediocridad en la que se revuelcan nuestros “padres de la patria”, porque no comprenden lo que quiere el ciudadano y lo que espera de los políticos con interés en su propia carrera. Con todo esto, invito a cada uno de los que se sienten presidenciables a hacerse esta pregunta: ¿Por qué deseo gobernar?

¿Para amasar riqueza?, ¿por presiones familiares?, el interés se hereda, hace que las cosas se lleven a cabo. ¿O para tener el control sobre los gobernados? Con la crisis actual de liderazgo, les aseguro que ninguno de los presidenciables tiene la respuesta correcta. Todos ellos quieren satisfacer sus propios intereses, al igual que el ex mandatario Morales, ¿saben por qué? Porque la angurria de poder, también se hereda y se contagia.

 

Jhonny Vargas es Politólogo y Docente de Postgrado.

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