Psicosis golpista

La población se ha visto alarmada por una declaración del presidente Luis Arce Catacora, en sentido de que el país está al borde de una conmoción y que, ante tan grave peligro, los seguidores del gobierno electo y los pobladores en general deben ponerse en estado de alerta para defender al mandatario constitucional, en peligro de ser expulsado del poder.
En esa denuncia presidencial se agregó que se teje una conjura contra la existencia del gobierno legal, pese a la política de recuperación de la economía, a la que se encuentra abocado, en busca de salir de la crisis económica y política que heredó.
La opinión del presidente Arce, en momentos que viajaba a Perú, asombró a la ciudadanía porque el orden social se encuentra estable y garantizado, pues no existe, en realidad, el mínimo indicio que trate de poner fin al optimista futuro, a no ser que el servicio de inteligencia hubiese detectado alguna maniobra sospechosa en los oscuros pasillos del imperio, en los trajines de las derechas de países vecinos o algunos tejemanejes de despistados políticos nativos.
Al parecer, el aparato estatal habría descubierto esos planes siniestros y, con ese motivo, puso en prisión a cerca de quince generales, almirantes y comandantes de Aviación, como Jorge Terceros, Palmiro Jarjury, Flavio Gustavo Arce y otros, así como a jefes policías, como Jaime Zurita. También serían conspiradores la ex presidenta Jeanine Áñez, varios de sus ministros y funcionarios, a quienes se niega libertad, medida que puso en estado de alerta a las unidades castrenses para salir a las calles a sofocar cualquier bullanga que trate de conmocionar al país, nada menos que en vísperas del Día de la Patria. Se incluye en esa conspiración contra el presidente Luis Arce, a algún sector oficialista acusado de actividades subversivas, aunque desmintió que quería «serruchar» el piso al gobierno.
La alarmante noticia no dejó de ser malinterpretada y algún opositor comentó que se trataría de reflejos de Evo Morales, quien, ante la pérdida de credibilidad, habría radicalizado su posición política, en la que participa como simple ciudadano de a pie, mientras Conade dijo que la resolución del fiscal Juan Lanchipa estaría «abriendo una puerta para un golpe de Estado».