Luego de 3 años, Marcel Rivas sale de prisión

El exdirector de Migración, Marcel Rivas, dejó ayer el penal de San Pedro y cumplirá detención domiciliaria, luego de tres años y cinco meses de encierro tras ser investigado por el caso “alertas migratorias” durante el gobierno interino de la expresidenta, Jeanine Añez.
En sus primeras palabras a los medios de comunicación, Rivas manifestó que le hubiera gustado que la oposición esté unida en torno a él durante el tiempo que permaneció encerrado.
“Yo sé que dentro de la oposición hay quienes defienden distintas consignas, hay quienes defienden distintos principios políticos que los nuestros, pero estoy absolutamente convencido de que todos ellos llevan en el pensamiento y en el corazón nuestros mismos ideales de lucha por la liberación nacional y social de Bolivia”, afirmó.
Rivas ejerció como Director de Migración durante la gestión de Añez. Fue detenido en noviembre de 2020 por supuestamente facilitar la salida del país de los exministros, Arturo Murillo y Luis Fernando López, aunque luego fue absuelto por ese caso.
Sin embargo, mientras estaba detenido, fue acusado de haber emitido alertas migratorias ilegales con supuestas motivaciones políticas. Tras ser imputado por este caso, recibió una sentencia de tres años, la cual aún está sujeta a apelación.
La información fue adelantada ayer en horas de la mañana por la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos en Bolivia (Apdhb), Amparo Carvajal, quien aseguró que Rivas iba a quedar en libertad de un “injusto” encierro que duró tres años y cinco meses.
“JAULA DE MIEDO”
Rivas comparó su encierro con vivir en una “jaula de barrotes” de miedo y afirmó que cientos de presos políticos atraviesan esa situación que busca doblegar su voluntad con el paso del tiempo.
“Mucho más miedo que perder la propia vida, le tengo (miedo) a vivir dentro de una jaula. Una jaula construida con barrotes forjados a través del miedo, el odio, el racismo y la intolerancia”, exclamó.
“Los mismos barrotes, ya sea por el paso del tiempo o por la costumbre de usarlos, terminarían doblegándome el espíritu y hundiéndome en un profundo abismo de desesperación, pobreza y humillación”, fueron sus palabras tras su salida por la puerta lateral del recinto penitenciario de San Pedro, en La Paz.
Rivas agregó que no está de acuerdo con “dejar ese futuro” a ningún miembro de su familia ni a ningún boliviano.
SEGUIR LA LUCHA
Tras su abandono a los predios de San Pedro ayer en horas de la tarde, Rivas fue llevado a juzgados para completar los trámites. Aunque ingresó enmanillado al Palacio de Justicia, luego salió sin las esposas.
El exdirector de Migración mencionó el sufrimiento que especialmente atraviesan las familias de los presos políticos, pero reafirmó una “profunda convicción” por transformar el país. “Mi determinación está más firme que nunca para seguir luchando por la liberación nacional y social de Bolivia”, sentenció tras salir del Tribunal paceño.
Pese a que la justicia otorgó la detención domiciliaria a Rivas hace un mes, los trámites y apelaciones dilataron su salida de prisión. En octubre del año pasado, llegó incluso a declararse en huelga de hambre en forma de protesta, pues siempre consideró injusto su encierro. (EL DIARIO y agencias)