El Pentágono reiteró ayer que no busca escalar la situación con Irán, si bien ha resaltado que siguen comprometidos «en la defensa de Israel», así como en la protección de las fuerzas estadounidenses desplegadas en Oriente Próximo.
«Hemos sido claros desde el principio de que no queremos una guerra regional más amplia», ha indicado el portavoz del Pentágono, Patrick Ryder, agregando que están en contacto con sus aliados en la región para «garantizar» que el conflicto no se expanda.
Asimismo, ha indicado que Irán no comunicó «cuándo y dónde iba a atacar». «Tenemos una sólida red de Inteligencia que proporciona indicaciones y advertencias, pero para responder a su pregunta, no, Irán no nos dijo cuándo ni dónde iban a atacar», ha subrayado al ser preguntado sobre si Teherán había informado de sus intenciones, incluso por medio de «aliados».
Su respuesta se produce después de que el ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, asegurara en la víspera de que había avisado con un plazo de 72 horas, algo que también ha sido negado por Reino Unido.
Por otro lado, ha recordado que las fuerzas estadounidenses lograron derribar hasta 80 drones y al menos seis misiles balísticos de los más de 300 proyectiles –al menos 110 misiles, 30 misiles de crucero y más de 150 vehículos aéreos no tripulados– lanzados por Teherán.
Israel ha confirmado que el ataque directo de Irán –la anunciada por Teherán como operación ‘Promesa Verdadera’– ha comprendido el lanzamiento de más de 350 proyectiles entre drones, misiles de crucero y misiles balísticos en la noche del sábado al domingo. La inmensa mayoría de los proyectiles fueron interceptados en vuelo y no causaron daños relevantes.
Por su parte, Irán ha defendido que estos ataques son parte de una respuesta legítima y de su derecho a la «autodefensa» tras el bombardeo contra su Consulado en Damasco, achacado a Israel y que se saldó con la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria iraní. (Europa Press)
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